Bruselas – El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, pidió hoy al presidente de Bosnia-Herzegovina, Milorad Dodik, que abra más centros a lo largo del país para acoger a los refugiados que continúan a la intemperie tras el incendio del campo de Lipa.
Borrell conversó hoy por teléfono con Dodik y le demandó «soluciones sostenibles» para los refugiados, al tiempo que subrayó que, de no hacerlo, la «reputación» de Bosnia sufrirá «severas consecuencias», según explicó el Servicio Europeo de Acción Exterior en un comunicado.
Unos 2.500 refugiados continúan al raso -acampando en edificios abandonados y en los bosques- en el Cantón de Una-Sana, a pocos kilómetros de la frontera con Croacia, después de que el pasado 23 de diciembre se incendiara el campo de Lipa.
Están además en una zona que carece de agua potable, electricidad y calefacción.
Borrell recordó al presidente bosnio que la UE ha ayudado a su país con más de 88 millones de euros y ha contribuido a «equipar por completo» el centro de acogida de Bira, en la cercana ciudad de Bihac, en el sur del país, pero lamentó que no se estuviera utilizando para dar cobijo a los refugiados.
La pasada semana, fracasaron los intentos de las autoridades bosnias de trasladar allí a los migrantes de Lipa, debido a la resistencia de la población y los dirigentes locales.