Washington – La desaceleración de la afluencia de migrantes latinos hacia EE.UU. impulsó un 14 % la recuperación de los ingresos de este colectivo en el país después de la recesión de entre 2007 y 2009, en contraste con la situación de los hispanos nacidos en el país, reveló este jueves un estudio del Pew Research Center.
La investigación, titulada «Los ingresos de los latinos son más altos antes de Gran Recesión, pero los latinos nacidos en Estados Unidos aún no se recuperan», evidencia que entre 2007 y 2017 los hispanos no nacidos del país recobraron considerablemente sus finanzas, hecho que se atribuyó a un cambio en la migración.
«El cambio demográfico, no la recuperación económica, es el principal impulsor de las ganancias para los inmigrantes latinos», señaló el documento, que apuntó que una disminución en el flujo de migratorio desde Latinoamérica derivó en un aumento de la proporción de los migrantes que han vivido más de diez años en el país.
Precisamente los migrantes hispanos con mayor tiempo en Estados Unidos ganan más que el resto y su creciente participación en el mercado laboral impulsó el salario promedio tanto de los latinos nacidos en el extranjero como el de los nacidos en el país, agregó el documento, elaborado a partir de cifras gubernamentales.
Según los datos oficiales, una mirada global de los ingresos de todos los trabajadores hispanos entre 2007 y 2017 mostró una recuperación del 5 %, mientras que el ingreso personal promedio de los trabajadores estadounidenses en general mejoró un 3 %.
Pero al observar en detalle la población de latinos, se evidenció que los sueldos de los nacidos en Estados Unidos, que representan el 52 % de la fuerza laboral hispana, habían bajado un 6 % en 2017 -cuando ganaron en promedio 30.000 dólares anuales- con respecto a diez años atrás, cuando eran de 32.000 dólares.
Mientras, para el caso de los hispanos nacidos en el extranjero, su ingreso personal medio pasó de 24.900 en 2007 a 28.300 (un crecimiento del 14 %) en 2017.
Al respecto, el documento destacó que «el cambio brusco en la suerte de los hispanos nacidos en el extranjero impulsó las ganancias de los hispanos en general».
Este nuevo escenario pudo tener su origen en una disminución del flujo de trabajadores hispanos no autorizados, que después de alcanzar a 6,4 millones en 2008 retrocedió hasta 5,9 millones en 2016, el último año que, de acuerdo con el estudio, se tienen estimaciones disponibles.