Tegucigalpa – Tania Romero, una inmigrante hondureña en Estados Unidos, lucha con el cáncer y la deportación, un doble batalla que pelea día a día.
-La madre hondureña emigró en el año 2002 juntó a sus cuatro hijos en busca de una mejor vida para su familia.
La inmigrante hondureña, de 48 años, fue arrestada en agosto pasado por conducir en Georgia con una licencia de conducir vencida.
Antes, el 2017, le detectaron cáncer en boca y cuello, enfermedad de la que logró sobrevivir, no obstante, la lucha es cotidiana.
Esta “catracha” corre el riesgo de ser deportada por haber ingresado irregularmente a territorio estadounidense.
“Tengo mucho miedo, no sé qué haría sin ella”, dijo entre lágrimas, Driana Matos, hija de Tania Romero.
Explicó que al momento de la detención no tenían conocimiento sobre una orden de deportación en su contra.
En ese orden, indicó que la policía local entregó a la hondureña a las autoridades de inmigración quienes pretenden deportarla.
Según las quejas de los hijos de la migrante hondureña, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), no le permite continuar con su tratamiento contra el cáncer.
“Es un caso de vida o muerte porque ella necesita recibir cuidados”, expresó Saira Padilla, otra de las hijas de Tania Romero.
Además, indicó que su madre requiere de medicamentos los cuales no está tomando por su condición de privada de libertad.
“Yo me siento bien mal porque ella es la que me trajo aquí y es a ella a quien están sacando”, sollozó Cristian Padilla Romero, otro de los hijos de la madre hondureña.
Este joven es uno de los miles de beneficiados de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia o DACA (en inglés: Deferred Action for Childhood Arrivals).
Cristian logró ingresar a la Universidad de Yale para estudiar un doctorado en Historia y muestra constante gratitud a su madre, Tania Romero, por haber sacado a todos sus hermanos adelante luego de emigrar desde Honduras en busca de una mejor vida.
