Rabat – La Unesco incluyó este jueves la salsa picante tunecina «harissa» y la música popular argelina «rai» a su lista de patrimonio inmaterial de la humanidad.
La decisión la tomó el XVII Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, inaugurado el pasado lunes y se celebra hasta el sábado en la capital marroquí.
La harissa, un condimento a base de puré de pimiento rojo, forma parte de las provisiones domésticas y de las tradiciones culinarias y alimentarias cotidianas de la sociedad tunecina, según explica el expediente de candidatura de este elemento patrimonial.
La mayoría de las veces, la harissa la preparan las mujeres en un entorno familiar o vecinal festivo.
La elaboración de este condimento empieza con secar pimientos picantes al sol, luego partirlos, despuntarlos y desgranarlos. A continuación se lavan los chiles, se mezclan con sal, ajo y cilantro y se muelen en un mortero o en una picadora manual.
El cultivo del chile está sujeto a un calendario agrario que prohíbe la siembra durante ciertos periodos, ya que esto traería mala suerte, según la cultura local. La harissa se almacena en tarros de cristal o de barro para su posterior consumo.
Por otra parte, la Unesco reconoció al estilo musical popular de Argelia llamado «rai» como patrimonio inmaterial de la humanidad, que hoy en día está representado en el mundo por famosos cantantes, como la estrella Cheb Khaled.
Además de naturaleza musical, el «rai» es también, según sus defensores, un medio para transmitir la realidad social sin tabúes ni censura, y toca temas como el amor, la libertad, la desesperación y las presiones sociales.
Se considera un género para los jóvenes y representa un canal para que expresen sus sentimientos en su búsqueda por liberarse de las limitaciones sociales, precisa el expediente de la candidatura de este elemento presentada por Argelia.
Los músicos fabrican y decoran sus propios instrumentos y la transmisión se produce de manera informal a través de la observación, por ejemplo, o formalmente a través del aprendizaje.
Durante las sesiones de hoy, el XVII Comité incluyó en la lista de Unesco de patrimonio inmaterial de la humanidad nuevos elementos como la cultura del «çay» (té) en Turquía y Azerbaiyán, que representa un símbolo de identidad y hospitalidad.
Asimismo, incluyó al trenzado artesanal de la paja en Belarrusia, las técnicas tradicionales del bordado «talli», en Emiratos Árabes y la tradición de contar anécdotas de «Nasreddin Hodja» en Turquía y los países de esa región de Asia.
El comité reconoció también el arte escénico tradicional en Kazajistán, denominado «el ortéké», que combina una pieza musical interpretada en el «kayajo», un instrumento tradicional de dos cuerdas, y la danza de una marioneta de madera.
Además, la Unesco incluyó en su lista de patrimonio mundial inmaterial el arte de la blusa tradicional con bordado en los hombros (altiţă), un elemento de la identidad cultural en Rumanía y Moldova.
El XVII Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco ha incluido en la lista de patrimonio inmaterial a 37 candidaturas del medio centenar presentadas.
Asimismo, incluyó cinco elementos a su lista de patrimonio inmaterial que necesita una salvaguardia urgente, como la cultura de preparar ucraniano llamado «borscht», y reconoció a cuatro candidaturas como ejemplos de buenas prácticas en materia de la protección de este tipo de patrimonio de la humanidad.