Cientos de personas centroamericanas, pertenecientes a la llamada caravana migrante, caminan este jueves, por la localidad de Frontera Hidalgo, en el estado de Chiapas (México). EFE/ Juan Manuel Blanco

Ciudad Hidalgo (México) – Miles de centroamericanos cruzaron de forma irregular este jueves el río Suchiate, en la frontera con Guatemala, ante la escasa vigilancia de las autoridades, pero ofrecieron al Gobierno mexicano orden y solicitar refugio de manera formal.

Con banderas de sus países, como Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, y pancartas con la leyenda «Queremos hablar con el señor presidente directamente», los migrantes partieron de madrugada y han caminado más de 10 kilómetros desde Ciudad Hidalgo al municipio de Frontera Hidalgo, en el suroriental estado mexicano de Chiapas.

Ahí, los centroamericanos determinaron pedir asilo al Gobierno mexicano, como ofreció en un primer momento el presidente Andrés Manuel López Obrador, con la condición de obtener libre tránsito al menos en el estado de Chiapas.

Y de esta manera, evadir los controles de la Guardia Nacional, que este lunes frustró, incluso con algunos golpes y gas lacrimógeno, la entrada de la caravana por el río Suchiate.

«Ahorita, pues lo que vamos a hacer es atender al llamado del señor presidente, llevar la solicitud, él nos ha prometido que no nos van a tocar con una solicitud en la mano, eso vamos a hacer. Si nos tocan, yo no sé quién está mintiendo ahí, pero nosotros vamos a cumplir», comentó a Efe el hondureño José Luis Morales.

Apenas el lunes, entre 500 y 1.000 migrantes de la primera caravana de 2020, que sumó hasta 5.000 personas, cruzaron corriendo el río Suchiate junto al puente Rodolfo Robles, que divide a Guatemala de México, donde miembros de la Guardia Nacional mexicana detuvieron a 402 centroamericanos.

El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que otras 40 volvieron por su cuenta a Guatemala y otras 58 se internaron por la selva, además de un total acumulado de otros 679 hondureños deportados vía aérea por Villahermosa, Tabasco, y vía terrestre por Tapachula, Chiapas.

Este jueves, los migrantes cruzaron por otro punto del río para burlar a la Guardia Nacional, que alista un operativo con 200 miembros en la carretera del municipio de Metapa, unos kilómetros más al norte de donde se encuentra el grupo.

Pese a que el cruce fue sorpresivo y sin atender a las autoridades migratorias mexicanas, los centroamericanos prometieron este jueves caminar en paz.

«Viajamos porque es la única manera en la que tal vez tengan misericordia y nos dejen viajar para arriba. Mi destino es para Estados Unidos, pero si puedo quedarme en México me quedo porque es una gran ventaja para mí, que aquí estamos apoyados por todos los mexicanos», expresó a Efe el hondureño Marco Tulio Polanco.

VIGILAN DERECHOS HUMANOS

En el recorrido de la caravana, activistas mexicanos que acompañan a los migrantes confrontaron a funcionarios de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) para exigirles que respeten las cerca de 2.000 solicitudes de asilo que han contabilizado en días recientes.

El mexicano Roberto Márquez, que auxilia a las caravanas desde 2018, explicó que los centroamericanos están desilusionados con las promesas del Gobierno federal de ofrecer visas por razones humanitarias y hasta 4.000 empleos en la zona sur del país.

«La gente ya se cansó y se siente ofendida, entonces esto es una reacción a esa realidad. Ahora, (tienen) ese cuento ahí de que van a venir y les van a traer un montón de papeles y que les hacen firmar algo ahí, pero lo que pasa es que es nada más algo para entretener a la gente», argumentó.

Por otra parte, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Chiapas acompañó a los centroamericanos para evitar violaciones a sus garantías, como ha ocurrido en los últimos choques con las autoridades.

«Tenemos también el apoyo de Cruz Roja Internacional y verificar que las personas que están, sobre todo de manera diferenciada, el trato sobre familias, niñas, niños y adolescentes, mujeres embarazadas, adultos mayores», detalló Ángel Milton Núñez, visitador general de migrantes de la CEDH.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), cuestionada por su pasividad ante los hechos en la frontera, emitió este jueves un comunicado en el que asegura que sus funcionarios están recabando quejas y en el que también condena «todo acto de violencia contra la integridad de las personas migrantes».

MARCHAN POR SUS VIDAS

El desempleo, la pobreza y, sobre todo, la lucha por salvar sus vidas debido a la inseguridad son las experiencias que los centroamericanos cuentan de forma más recurrente para explicar el abandono de sus países.

En medio de la caravana también destaca una bandera de la comunidad lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT), con un contingente de alrededor de 35 personas que ven en México una oportunidad para escapar de la homofobia y transfobia del Triángulo Norte de Centroamérica, conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador.

«Es una oportunidad donde todos podemos salir y conseguir una mejor calidad de vida principalmente por el rechazo de la sociedad hacia nosotros. Para ellos, allá es como que tú fueras alguien raro, cuando no es así. Y nunca se han respetado nuestros derechos humanos», relató Pedro, un joven homosexual de Guatemala.