Tegucigalpa.- El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, dijo este domingo que la humanidad está agobiada por el calentamiento global y lamentó que la población no quiera formar parte del cambio frente a la crisis climática.

«Todos nos quejamos del calor que hace y es cierto, toda la humanidad está sumida a ese calentamiento global, pero no se oyen las voces que nos dicen: hay que cambiar», subrayó Rodríguez en una homilía celebrada en la Basílica Menor de Suyapa, al oriente de Tegucigalpa.

Todas las personas «tenemos que cambiar» frente a los efectos de la crisis climática, enfatizó el religioso, tras señalar que «no se puede seguir confiando en que el crecimiento económico por sí solo va a solucionar los problemas».

«En nuestra sociedad subyace algo más profundo, una crisis antropológica y una falta de sentido para vivir», indicó Rodríguez, quien señaló que en el mundo hay necesidad de esperanza.

Rodríguez indicó además que los hondureños «no tenemos conciencia» del daño que se causa al quemar los bosques y lamentó la contaminación que afecta a Tegucigalpa, la capital.

«Estamos llenos de tanto humo que no podemos mirar para arriba, eso significa que estamos fallando», enfatizó el religioso, quien instó a la población a asumir «su cuota de responsabilidad».

Agregó que la contaminación del aire que afecta a Tegucigalpa a causa de una densa capa de humo ocurre «porque no tenemos conciencia de que aquí todos los años es lo mismo, cuando vamos a tomar conciencia de que quemar es dañar».

«¿Qué tipo de país y de ciudad vamos a dejar a las próximas generaciones?», se preguntó el cardenal hondureño, tras señalar que «Honduras no puede seguir siendo peor que antes».

Las autoridades de Honduras, considerado uno de los países más vulnerables a los fenómenos naturales, mantienen una alerta roja (emergencia), por tiempo indefinido, para dos de sus 18 departamentos, y una amarilla (vigilancia) para cuatro más por la contaminación del aire.

Además, mantienen la alerta verde (prevención), también por tiempo indefinido, en el resto del país para monitorear el fenómeno y la salud de la población, especialmente de las personas que sufren afecciones respiratorias.

Según la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales, las alertas obedecen a los «altos niveles de contaminación atmosférica, la mala calidad del aire que provoca la densa capa de humo, altas temperaturas, algunos incendios forestales y ausencia de lluvia». EFE