Tegucigalpa – “Sigamos adelante, apoyemos a nuestra señora presidente (Xiomara Castro) y a su gobierno para que sigamos adelante, todo reino dividido perecerá, pero si estamos unidos podemos alcanzar las metas”, manifestó el cardenal Óscar Andrés Rodríguez en la solemnidad de la Virgen de Suyapa y en su última celebración a esta fiesta como arzobispo de Tegucigalpa ya que el papa Francisco ya nombró un nuevo arzobispo tras aceptar la renuncia de Rodríguez.
– El cardenal hondureño se hizo acompañar durante la Misa Solemne de parte de miembros de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH).
– Los presidentes de los poderes del Estado, a excepción del Poder Judicial, asistieron a los oficios religiosos de este 03 de febrero.
– La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) agradeció el servicio religioso del cardenal Óscar Andrés Rodríguez, quien deja de ser arzobispo de Tegucigalpa.
Los hondureños celebran este 03 de febrero la solemnidad de la Virgen de Suyapa que hoy conmemora 276 aniversario de hallazgo de la imagen por Alejandro Colindres, un joven y humilde labrador y por un niño de ocho años llamado Jorge Martínez, quienes regresaban a la aldea de Suyapa, cansados de trabajar todo el día en la cosecha del maíz.
En ese orden, la presidenta Xiomara Castro y parte de gabinete de gobierno asistieron a los oficios religiosos donde el cardenal hondureño mostró su apoyo y también llamó, por el bien de Honduras, a hacer una elección de magistrados bajo la iluminación de Dios.
“Que el Señor los inspire y la Madre del Cielos les siga alentando, lo último que nos dijo la lectura de los Romanos, pónganse al nivel de la gente humilde, que es la mayoría de la que viene a Suyapa”, continuó el religioso durante la homilía.
Los corazones hondureños deben arder para amar Honduras, servir a Honduras y para llevarla adelante y levantarla para que tenga nueva vida, reflexionó el cardenal hondureño.
El religioso también clamó por lo pobres, la eutanasia y los migrantes del país, sobre estos últimos dijo que también los debemos apoyar ya que los hondureños son migrantes.
“San Pablo nos ha dicho en la segunda lectura, practiquen la hospitalidad y eso nos toca muy de cerca en nuestra Honduras, tenemos que practicar la hospitalidad frente a ese problema de las migraciones, duele cuentos de nuestros hermanos tienen que migrar por distintas causas”, manifestó.
Seguidamente dijo que duele más que un país como Honduras que pide que sus migrantes sean respetados, no respetemos a migrantes que vienen de otro país, quienes muchas veces son abusados por la autoridad.
“La Virgen María fue peregrina y migrante hasta Egipto tiene que enseñarnos que debemos apoyar en la medida de lo posible a los migrantes y ayudarlos porque también los hondureños son migrantes”, caviló.
En otros temas, razonó que la vida se debe respetar desde la concepción hasta la muerte natural. “Nunca se debe recibir la tentación de quitar la vida que comienza y peor aún la eutanasia”, acotó.
En Honduras se ha llegado a irrespetar la vida de tal manera que ahora se mata cada día por cualquier cosa.
“No se puede continuar así, no se puede continuar en la indiferencia, cada hijo de Dios tiene dignidad y nadie puede atropellarla”, zanjó. En ese tema, agregó que no se puede tolerar que en Honduras continúe el feminicidio.
El arzobispo de Tegucigalpa insistió que todo reino dividido perecerá y que la división causa confrontación, rivalidad, odio y a veces hasta muerte.
“Hoy todos queremos pedir a los pies de Nuestra Virgen de Suyapa que nos conceda como un único pueblo hondureño, sin confrontación, odio ni violencia; unidos porque somos hijos de un mismo padre”, oró.
En otro tema reflexionó que el país no debe ceder ante las tentaciones de la serpiente que hoy se pueden llamar las ideologías “las ideologías causan confrontación, el evangelio causa unidad y comunión”, comparó.
Durante la el oficio religioso también acompañó el nuncio apostólico Gábor Pintér quien interpretó un mensaje del papa Francisco a Honduras y también dijo que recogerá el regocijo de esta fiesta para comunicarlas al pontífice.
Recordó que Honduras vivió un año jubilar mariano en el que se concedió la indulgencia plenaria.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), Roberto Camilleri, también ofreció una palabra al pueblo hondureño a quien pidió regocijarse por la fiesta de María Madre de Dios bajo la advocación de la Virgen de Suyapa.
El presidente de la CEH destacó la trayectoria religiosa del cardenal Rodríguez quien deja de ser arzobispo de Tegucigalpa al tomar posesión el nuevo arzobispo Vicente Nácher, nombrado recientemente por el papa Francisco. (RO)