Tegucigalpa – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, reprochó este domingo el trato que se le da a los migrantes en tránsito por Honduras, a quienes consideró que son los nuevos marginados de la sociedad.
– Los toxicómanos, los alcohólicos, quienes venden sus cuerpos y las víctimas del delito de trata son los nuevos leprosos de la sociedad, citó el religioso.
“Qué tristeza ver como en nuestro país hay personas que se aprovechan de nuestros hermanos migrantes que sufren”, exclamó el arzobispo de Tegucigalpa durante la homilía de la Eucaristía que se celebró en la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa en Tegucigalpa.
Consideró que es una ingratitud enorme cómo explotan a los migrantes en el territorio nacional.
“Es peor cuando el pobre explota al pobre, llámese coyote o como sea. Es una injusticia enorme”, recriminó el también coordinador del Consejo de Cardenales del Vaticano.
En las últimas horas se registró un accidente vehicular en el oriente de Honduras donde murieron cuatro migrantes de nacionalidad venezolana y 17 más resultaron heridos.
Entre los heridos se encuentra un ecuatoriano y el resto son venezolanos, confirmó la Policía Nacional de Honduras quien se comprometió a investigar el suceso y aplicar justicia.
El cardenal Rodríguez llamó lepra al odio que confronta a los hondureños en la actualidad.
Pidamos con mucha fe que se elimine la lepra de nuestro país que es la confrontación y el odio que hace considerar a unos enemigos de otros.
“Pidamos para que podamos eliminar ese sectarismo tan dañino y que entendamos que para recibir misericordia necesitamos ser misericordiosos”, acotó.
Sin embargo, consideró que la peor de las lepras es el pecado, por lo que debe ser limpiado del corazón.
El pecado es el que nos encierra en el egoísmo, en el odio y en decir nosotros somos los buenos, a los demás que se los lleve el río, la inundación o el huracán.
En ese sentido, agradeció a quienes se han volcado a ayudar a las víctimas de las lluvias, principalmente en colonias como la Guillén en Tegucigalpa.
A continuación Departamento 19 reproduce la lectura del día tomada del santo evangelio según san Lucas (17,11-19):
Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo:
«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».