Un niño hondureño acompañado con su familiar (fuera de cuadro) carga una pequeña bolsa con ropa, en la Central de Transporte de la ciudad de San Pedro Sula al norte de Honduras. EFE/ Gustavo Amador/Archivo

Nueva York – La Casa Blanca impidió que el Departamento de Justicia alcanzara un acuerdo por seis millones de dólares para proveer servicios de salud mental a familias inmigrantes separadas en la frontera, por recomendación de Stephen Miller, el principal asesor en inmigración del presidente Donald Trump.

«El Departamento de Justicia apoyaba fuertemente y por unanimidad el acuerdo, pero no todas las agencias involucradas estaban de acuerdo», aseguró a NBC un funcionario de la Administración Trump, una de las cuatro fuentes que según la cadena han confirmado lo ocurrido.

Finalmente, agregó, el acuerdo, resultado de una demanda, fue rechazado en octubre de 2019 bajo la directriz de la oficina de asesores de la Casa Blanca tras consultarlo con Miller.

Miller ha estado detrás de las políticas migratorias de Trump, entre ellas la que ha separado a cientos de familias de sus hijos menores de edad al llegar a la frontera que separa a México de Estados Unidos.

Otra fuente aseguró que las decisiones de Miller siempre prevalecían.

No obstante, otro funcionario de la Casa Blanca aseguró a la cadena que Miller no tuvo que ver con la decisión, pero no explicó por qué se rechazó el acuerdo. «Miller no estuvo involucrado y cualquier sugerencia en ese sentido es falsa», aseguró el funcionario.

Mark Rosenbaum, un abogado de interés público que representó a las familias, aseguró que hubo mucha presión para que se llegara a un acuerdo. «Cuanto más duro el trauma sin atender, más severas son las consecuencias», destacó.

«Teníamos un trato, un buen trato.Todos se sentían bien acerca de dónde estábamos. Entonces retrocedieron y dijeron no», lamentó.

Los abogados que representaron al Gobierno en los nueve meses de negociaciones presentaron el acuerdo al Departamento de Justicia y la procuradora general adjunta, Claire Murray, y a la oficina de asesores de la Casa Blanca, donde fue finalmente rechazado, de acuerdo con dos exfuncionarios.

En noviembre del año pasado un juez ordenó al Gobierno pagar por los servicios de salud mental para las familias migrantes, lo que el Departamento de Justicia apeló sin éxito, tras lo cual la agencia sin ánimo de lucro Seneca Family of Agencies fue contratada por 14 millones de dólares el pasado marzo para proveer servicios

El retraso no solo privó de servicios a familias sino que evitó que Seneca brindara ayuda a otros afectados porque ya habían sido deportados.

Seneca está brindando ahora ayuda a más de 500 familias migrantes que ya fueron reunificadas.

«La reunificación no borra el trauma causado por la separación. Es el primer paso en el proceso de sanación. La necesidad de conectar familias para obtener servicios es urgente porque cuando el tratamiento se retrasa puede exacerbar y agravar el trauma», aseguró a NBC Page Chan, directora ejecutiva de Seneca.

La congresista demócrata de California Nanette Barragán reaccionó en un tuit para afirmar que es «inmoral» y «repugnante» que la Casa Blanca haya evitado el acuerdo.

«Primero separaron a los niños de sus padres en la frontera. Entonces, Stephen Miller y la Administración Trump rechazaron los servicios de salud mental», indicó Barragán y agregó que un proyecto de la Cámara de Representantes daría a los niños y sus padres la consejería para hacer frente al trauma.