Tegucigalpa – Cerca de 30,000 hondureños fueron deportados, principalmente desde EE.UU. y México, en el primer semestre de 2023, un 43.1 % menos que en el mismo periodo de 2022, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM) de Honduras consultados este viernes por EFE.

Según las estadísticas oficiales, entre enero y junio la cifra de retornados a Honduras desde Estados Unidos, México, países de Centroamérica y de Europa fue de 29,746 personas, frente a los 52,319 computados en el mismo lapso del año pasado.

La deportación desde Estados Unidos a Honduras pasó de 23,315 en los primeros seis meses de 2022 a 16,928 en 2023, con un 27.4 % de disminución, mientras que los retornados desde México el año pasado fueron 27,029 y este año 11,817, lo que supone una reducción del 56.3 %, añadió.

Del total de hondureños retornados en el citado lapso, las autoridades migratorias de Centroamérica deportaron 742 personas frente a los 1,842 de 2022, lo que representa un 59.7 % menos, detalla el INM.

Otros 259 hondureños fueron retornados a su país este año desde una veintena de países de Europa y Suramérica, mientras que en el mismo período de 2022 regresaron 133 de esas mismas naciones, agregó.

La deportación de niños y adolescentes se redujo un 58 %, dado que el primer semestre de 2022 fueron 13,974 y en el mismo período de 2023 llegaron a 5,870, precisó la institución hondureña.

El 71.8 % (21,372) de los hondureños retornaron al país vía aérea, 28.1 % (8,356) por tierra y el 0.1 % (18) por mar, precisó el INM.

Según organismos de derechos humanos y expertos en temas migratorios, el aumento en la deportación de hondureños refleja que cada vez son más las personas que tratan de llegar de manera irregular hacia EE.UU. en busca de mejores condiciones de vida.

Anualmente, miles de personas, incluyendo menores de edad, procedentes de Honduras intentan emigrar también huyendo de situaciones como la violencia y la pobreza, dos de los principales flagelos que afectan al país centroamericano.

La migración de hondureños, según organismos de derechos humanos y ambientales, también es influenciada por la falta de oportunidades y el impacto de la crisis climática en el país.