Fotografía del 27 de abril cedida por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) donde se muestran el interior de la instalación temporal de procesamiento de indocumentados en Tucson, Arizona. EFE/Jerry Glaser/CBP /SOLO USO EDITORIAL /NO VENTAS/SÓLO DISPONBILE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

Miami – El Gobierno federal anunció este jueves la apertura en Tucson (Arizona) de un nuevo centro de procesamiento donde poder acoger al creciente número de migrantes y solicitantes de asilo que están cruzando la frontera sur desde México de manera ilegal.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) indicó en un comunicado que esta instalación temporal se utilizará para procesar a los migrantes, especialmente familias y menores no acompañados, en respuesta al «desafío actual de seguridad fronteriza y humanitario» a lo largo de la frontera suroeste.

La CBP indicó que el propósito principal de este centro es procesar de manera «segura y rápida» a las personas que se encuentran bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza.

La agencia federal ha visto desbordadas sus instalaciones habituales, que, además, no están preparadas para acoger durante mucho tiempo a familias con niños pequeños y menores sin la compañía de un padre o tutor legal.

Estas instalaciones, de la que CBP no indicó su capacidad, son muy similares a las que ya operan en Texas y que pronto recibieron críticas por estar sobrepobladas, lo que obligó al Gobierno a abrir centros temporales.

Se trata de una serie de carpas con clima controlado, especialmente importante en esta zona donde las temperaturas son ya elevadas durante el día, con áreas para comer y dormir.

En este caso este centro de CBP cuenta con más de 80.000 pies cuadrados (7.500 metros cuadrados) y se encuentra cerca del aeropuerto internacional de Tucson.

Desde abril de 2020, la CBP ha experimentado un aumento constante en los encuentros fronterizos debido en parte al empeoramiento de las condiciones económicas provocadas por la pandemia de la covid-19 y los desastres naturales que afectaron el año pasado a Centroamérica.

En marzo pasado se batió el récord de inmigrantes y solicitantes de asilo interceptados por los agentes migratorios, con más de 172.000 personas, aunque la mayoría de ellas son expulsadas inmediatamente del país, excepto familias con niños pequeños y menores no acompañados.

Y se prevé que en abril se mantenga o incluso se supere esa cifra, según estimaciones publicadas por medios nacionales.

Una vez procesados por CBP, los menores y familias con niños pequeños son trasladados a albergues gestionados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), donde aguardan hasta poder ser transferidos con familiares o patrocinadores en EE.UU., con quienes, ya en libertad, esperan a que concluya su proceso migratorio.

Precisamente, el titular del HHS, Xavier Becerra, advirtió este miércoles en una entrevista con la cadena Telemundo que muchos de los niños no acompañados que están bajo custodia de la institución «van a tener que regresar a su país de origen».

Según datos del la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), la agencia del HHS encargada del cuidado de los menores, a este miércoles había 22.676 menores bajo cuidado del departamento encabezado por Becerra. Mientras, 1.027 se encuentran aún bajo custodia de CBP.