Foto de archivo de un grupo de hispanos comprando en un supermercado de Atlanta, EEUU. EFE/ José Luis Castillo Castro/Archivo

Washington – Traducido a 13 idiomas y por primera vez disponible en internet, el Censo 2020 espera contar con la participación de la comunidad latina, a la que se dirige con el mensaje de que esta contabilidad «es importante, segura y fácil».

«Nosotros queremos un censo completo y preciso, ¿Y qué significa eso? no puede ser un censo completo sin la comunidad latina, porque somos muchos en este país y es importantísimo que los datos del censo reflejen la comunidad que existe», dijo a Efe la jefa de la oficina de coordinación de comunicaciones del censo decenal, Ericka-Becker Medina.

El tradicional empadronamiento que, por ley, se realiza cada diez años en el país estuvo salpicado en esta ocasión por la polémica propuesta del Gobierno de Donald Trump de incluir la pregunta sobre ciudadanía, extremo que la misma Administración descartó después de que el Tribunal Supremo bloqueara esa posibilidad.

«Los mensajes principales es que el censo es importante, seguro y fácil», agregó la portavoz, quien indicó que el eslogan en español para el censo es: «Dale forma a tu futuro, empieza aquí».

La funcionaria explicó que ser parte de este proceso es importante, ya que ayuda a que las comunidades reciban «fondos para transporte público, clínicas de salud, infraestructura escolar, servicios de emergencia y mucho más».

Pero también es seguro, según Becker-Medina, porque, de acuerdo con la ley, las repuestas no pueden ser usadas en contra de los censados, ni se puede compartir ninguna información individual, la cual permanece protegida durante un periodo de 72 años.

«Por ley, las respuestas al censo no pueden ser usadas en su contra de ninguna manera por ninguna agencia del Gobierno ni por tribunal, ni por el Buró Federal de Investigaciones, ni por la Agencia Central de Inteligencia, ni por el Servicio de Control de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)», puntualizó.

La portavoz detalló en ese sentido que «la ley exige a la oficina del censo mantener confidencial la información y usar las respuesta solo para producir estadísticas».

Otro aspecto que destacó la funcionaria es que el cuestionario «es sumamente fácil, más fácil que nunca», y esta vez puede ser respondido de «muchas maneras».

«Antes se hacía a través del correo, hoy en día se va a hacer por internet, por teléfono, pero también por correo para la gente que prefiere hacerlo como lo hacían antes: con papel», agregó.

El idioma no será tampoco una barrera para ser contado, ya que, además del inglés y el español, el cuestionario estará disponible en otras 11 lenguas, entre ellas, chino, vietnamita, coreano, ruso, árabe, polaco, francés, creole haitiano, portugués y japonés.

Para los hispanos que no quieran usar internet, pueden recibir asistencia telefónica en español para responder en esta lengua e incluso habrá comunidades en ciertas zonas del país que recibirán los formularios en inglés y español.

Y aunque ya el empadronamiento arrancó el 21 de enero en un pequeño poblado de Alaska, debido a razones del terreno en esa zona y al desplazamiento de sus habitantes por las temporadas de pesca y caza, para el resto del país se iniciará el envío de invitaciones para participar a partir del 12 de marzo.

Desde el 8 de abril comenzará el envío de los cuestionarios en papel para los hogares que no hayan participado y ya en mayo se desplazarán personas para contactar hasta el 31 de julio a quienes falten por ser contados.

También «el censo ayuda a lograr una representación justa. Los resultados del censo determinan cuántos escaños tiene su estado en el Congreso», agregó Becker-Medina, al resaltar la importancia a «nivel de poder político» para las comunidades.

Recordó igualmente que en cuanto a recursos, participar en el empadronamiento permite distribuir más 675.000 millones de dólares de fondos federales cada año.