Tegucigalpa – La situación de los inmigrantes que cruzan Centroamérica en su ruta hacia EE.UU. es «bastante compleja» porque la región se encuentra en una «tempestad migratoria», según el jefe de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para Honduras y El Salvador, Nicola Graviano.

«Es una situación bastante compleja en este momento porque la región se encuentra en medio de una tempestad migratoria, una tempestad perfecta en el sentido de que confluyen en esta región flujos migratorios importantes de diferentes tipos», indicó Graviano en declaraciones a EFE este lunes en Tegucigalpa.

Agregó que Honduras en particular es un país de origen, de tránsito, de retorno, pero además afectado por el desplazamiento interno y con volúmenes bastante altos de inmigrantes que cruzan por su territorio, sobre todo este año.

Graviano dijo que por Honduras, entre enero y el 16 de noviembre del presente año, habían transitado 154.451 buscando oportunidades de migrar a otros países de la región, con destino a Estados Unidos.

En lo que respecta a los inmigrantes hondureños retornados (en su mayoría de Estados Unidos y México, por vía aérea y terrestre) señaló que superan los 100.000.

INMIGRANTES EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD

El alto funcionario de la OIM subrayó que hay preocupación en las Naciones Unidas porque la migración irregular pone desafíos importantes para los inmigrantes en tránsito por los múltiples abusos de que son víctimas durante el recorrido por varios países.

La situación de los que van en tránsito es de «vulnerabilidad y potencial y real explotación por parte de grupos de traficantes que se aprovechan del deseo, las aspiraciones y las necesidades de los migrantes para explotarlos y quebrar sus derechos a la vida, a la salud», añadió.

Graviano recalcó que «todos los derechos de la niñez están en peligro cuando los migrantes mueren de manera irregular», y que en la OIM han conocido de extorsiones, abusos físicos y sicológicos».

«Es una situación muy difícil a lo largo de todo el camino migratorio, desde su punto de salida hasta su punto de destino, pasando por nuestra región, muchas veces por la zona del Darién (en Panamá) donde está en peligro la integridad física y la vida de muchas de estas personas», acotó.

Sobre el «tapón del Darién», donde según diversas fuentes han muerto muchos inmigrantes, el representante de la OIM expresó que desafortunadamente es una de las regiones más peligrosas del mundo.

«Hemos visto cómo muchos migrantes han perdido la vida o han sufrido daños físicos y mentales muy importantes que luego afecta su bienestar, tanto a lo largo el proceso migratorio, como en su vida, con daños permanentes. Entonces no hay que perder la atención sobre lo que está pasando y hay que unir esfuerzos para poder brindar respuestas a una situación humanitaria grave», destacó.

COOPERACIÓN Y DIÁLOGO PARA RESOLVER CRISIS

Graviano dijo que la semana pasada se celebró una conferencia con el Instituto Nacional de Migración de Honduras en la que se presentó un borrador de la Política Migratoria Humanista que se ha venido desarrollando desde hace dos años y en el que se abordan los diferentes temas de migración con una mirada a los próximos 10 años.

Ese documento, según Graviano, constituirá la piedra fundamental de las acciones que el Gobierno de Honduras tomará, con el apoyo de la OIM, que además ha venido apoyando en brindar respuestas humanitarias directas, asistencia y protección a los inmigrantes en tránsito, principalmente en puntos neurálgicos como Danlí y Trojes, en el departamento de El Paraíso, fronterizo con Nicaragua.

En su opinión, el tema de la migración no es únicamente un desafío para Honduras o El Salvador, sino un asunto que afecta a todos los países de la región y como tal se tiene que resolver en cooperación, diálogo y colaboración con todos.

Añadió que no se puede pensar que un único país tenga la respuesta o capacidad para brindar soluciones a todo el mundo, pero que los países se deben sentar con las Naciones Unidas y la sociedad civil, que también dan voz a los inmigrantes, para encontrar respuestas eficaces a un fenómeno como la migración que es mundial, de vida, que no va a parar.