Migrantes hondureños llegan a un reten policial antes de realizar sus trámites migratorios en la frontera de Agua Caliente, entre Honduras y Guatemala. EFE

Bogotá – Centenares de migrantes hondureños continúan su travesía hacía EE.UU., pese a las amenazas de Donald Trump de suspender las ayudas a los países que permitan el paso de esas caravanas y de enviar militares a la frontera con México, cuyo Gobierno pidió hoy ayuda a la ONU para atender a los caminantes.

De San Pedro Sula salió el sábado pasado una primera caravana con 3.000 migrantes, según la ONU, de los que algunos ya han podido llegar a México. Hay otros grupos procedentes de varias regiones de Honduras que van en el mismo camino en busca de una mejor vida.

Un primer grupo de la primera caravana llegó ayer a la frontera de Guatemala con México.

Las autoridades de El Salvador informaron hoy que permitieron el ingreso de 1.235 hondureños a su territorio entre ayer y hoy, mientras que unas 20 personas, que no lograron cruzar la frontera por falta de documentos, atravesaron la mañana de este jueves el río Guascorán, pese a la subida de su cause por las lluvias.

Muchos de los migrantes arriesgan sus vidas, ya que al no tener documentos pasan por caminos, trochas o ríos para esquivar el control de las autoridades fronterizas que los detiene y después los reenvía a Honduras.

Es el caso de 55 hondureños que fueron devueltos por las autoridades de Guatemala en un autobús. También ya hay varios grupos de migrantes que ante las dificultades han retornado a su país por su propia voluntad.

Guatemala ha sido solidario con los migrantes dándoles alimento y ropa, sin embargo, el Gobierno advirtió a los hondureños que transitan por el país que no permitirá actos criminales y que se reforzarán los controles en la frontera con México, porque se han encontrado en la caravana personas que pertenecen a pandillas.

Desde Honduras, las autoridades tratan de organizar a las personas que buscan cruzar la frontera solo si tienen sus documentos en regla, por eso muchos se arriesgan a pasar por otros puntos peligrosos.

El Gobierno hondureño informó que retuvo a 54 menores solos que pretendían salir del país y llegar a EE.UU. y anunció la habilitación de dos centros de protección temporal para atender a la niñez en condición de migración irregular.

Ante esta situación el presidente Donald Trump amenazó hoy con ordenar a sus militares que «cierren» la frontera con México si no se detiene la «arremetida» de inmigrantes centroamericanos que llegan a Estados Unidos.

Trump, que advirtió a Honduras, Guatemala y El Salvador de que les cortaría la ayuda económica si no frenan el avance de la caravana ni evitan que sus ciudadanos emigren hacia EE.UU., señaló que tomaría medidas extremas para asegurar la frontera sur de su país.

«Debo, en los términos más enérgicos, pedir a México que detenga esta arremetida (de inmigrantes), y si no pueden hacerlo, llamaré a los militares de EE.UU. y CERRARÉ NUESTRA FRONTERA SUR!», afirmó Trump en su cuenta de Twitter.

El mandatario ordenó el pasado abril el despliegue en la frontera de la Guardia Nacional -un cuerpo de reserva de las Fuerzas Armadas- como respuesta a las noticias sobre otra caravana de migrantes, que en ese caso inició su recorrido en el sur de México.

Por su parte, el Gobierno de México anunció hoy que va a pedir apoyo a la ONU para gestionar las peticiones de asilo que puedan presentar los miles de migrantes hondureños que ya están llegando a la frontera del país.

El canciller mexicano, Luis Videgaray, quien se reunió hoy con el secretario general de la ONU, António Guterres, también restó importancia a las amenazas del presidente Trump de cerrar la frontera sur del país atribuyéndolas al contexto «electoral».

México ya había advertido de que deportará a quienes entren de forma ilegal al país, aunque atenderá a aquellos que soliciten refugio.