Santiago de Chile.- El Gobierno de Chile analiza aún si asistirá el próximo 19 de diciembre a la asamblea de Naciones Unidas que ratificará el Pacto Migratorio acordado la semana pasada en Marruecos, dijo hoy el canciller Roberto Ampuero.
«Eso lo vamos a definir en los próximos días, esto es un procedimiento normal, tendrá que ser definido próximamente», comentó Ampuero tras reunirse en La Moneda, sede del Ejecutivo, con el presidente Sebastián Piñera y la ministra portavoz, Cecilia Pérez.
El Gobierno de anunció hace unos días su decisión de no integrarse al pacto, aprobado por más de 150 países, abandonando el respaldo que había expresado anteriormente, incluso en el discurso que Sebastián Piñera pronunció el pasado septiembre en la Asamblea General de la ONU.
Según el Gobierno, el pacto afecta la soberanía de los países para decidir sus políticas de inmigración, otorga a los inmigrantes más derechos que a los nacionales y abre la posibilidad de que el país sea llevado a tribunales internacionales, entre otros argumentos.
Tal posición le ha acarreado a Piñera una ola de críticas de la oposición y de expertos, que consideran errónea, pues el pacto, señalan, no contiene nada de lo que sostiene el Gobierno ni es vinculante.
«Yo siempre voy a privilegiar el interés de Chile y no el interés de algunos organismos internacionales. Yo sé que para mucha gente estar en buena con los organismos internacionales es muy importante, pero a mí me interesa estar en buena con el país, con los chilenos», afirmó Piñera el miércoles, en una visita a la región del Maule.
Este jueves, Ampuero dejó entrever que el Gobierno no ha tomado una posición definitiva sobre el asunto. «La posición de Chile fue muy clara al no recurrir a esta aprobación por aclamación en Marrakech, vamos a dar a conocer, el presidente lo va a hacer, en los próximos días nuestra decisión final», señaló.
Según expertos, Chile podría tomar caminos alternativos a marginarse del pacto, como aprobarlo con reservas de las partes que le parecen negativas a sus intereses, podría dejar en suspenso su firma o en último caso abstenerse.
Ampuero reiteró hoy sus críticas a la oposición y al Gobierno de Michelle Bachelet, que según las actuales autoridades, provocó un caos migratorio en el país, al abrir las puertas a cientos de extranjeros irregulares.
«Estamos viendo por parte de la oposición una gran preocupación por las decisiones que toma el Gobierno en materia de migración, preocupación que viene de adherentes o integrantes de un Gobierno que no fue capaz de mantener en orden la inmigración, sino que por el contrario, bajo ese Gobierno se desarrolló una situación caótica en términos migratorios», sostuvo.
Al asumir el Gobierno de Piñera, en marzo pasado, «teníamos 300.000 inmigrantes irregulares en el país, lo que hizo el presidente fue enfrentar el tema desde un punto de vista humanitario y partió con regularizar a más de 150.000 inmigrantes», aseguró.
Desde marzo, más de 2.000 inmigrantes que cometieron delitos o tenían prontuario han sido expulsados de Chile y el Gobierno abrió además un plan de retorno voluntario para haitianos que ha sido utilizado por unas 350 personas, aunque hay más de un millar de inscritos.
El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Ricardo Lagos Weber, acusó a Piñera de usar la política exterior para fines internos y lo comparó con el presidente de Bolivia, Evo Morales, a quien Chile acusó de usar la demanda marítima que presentó en La Haya para obtener dividendos locales.
«(Piñera) es lo más parecido al Presidente Evo Morales que yo he visto en Chile en los últimos 35 años», dijo Lagos Weber, hijo del expresidente Ricardo Lagos, para quien el cambio de posición del Gobierno frente al Pacto Migratorio fue «una improvisación» del Gobierno de Piñera tomada «con ligereza».
Ello, supuestamente porque el mandatario ha caído en las encuestas y su rechazo (40 %) supera actualmente a su aprobación (37 %), según la encuesta publicada la semana pasada por el Centro de Estudios Públicos (CEP), considerada la de mayor prestigio del país.
Además, consideró «aislacionista» la posición adoptada por Piñera en política exterior.