Santiago de Chile – La selección de Chile volvió este martes a saborear la victoria, después de tres encuentros con sensaciones agridulces, gracias al gol del ariete Nicolás Castillo frente a México.

La Roja no se daba una alegría con un partido ganado desde comienzos de junio cuando ganó por 0-1 a Serbia en un amistoso en Austria.

La selección chilena se encontraba inmersa en un proceso de renovación en manos del técnico colombiano Reinaldo Rueda y necesitaba ganar para cimentar esa apuesta del seleccionador.

A comienzos de junio empató 2-2 con Polonia a domicilio y la ausencia de Chile en el Mundial de Rusia celebrado entre julio y agosto había paralizado por completo a la Roja.

Y cuando ya se iban a poner en marcha de nuevo, en la fecha FIFA de septiembre, un terremoto les sorprendió en Japón y obligó a suspender el amistoso que tenían planeado con la selección nipona para volver a engrasar la máquina.

El rodaje no había sido suficiente días después contra Corea del Sur (0-0) y demostró que el engranaje todavía tenía que pulirse tras la derrota el pasado viernes 3-0 ante Perú en Miami (EE.UU.).

La mala actuación de la Roja ante el combinado peruano y la escasa competitividad ofrecida en ese partido habían provocado las primeras críticas contra el proceso de renovación de Rueda en tierras australes, pero el tanto de Castillo ha servido para apagar los fuegos que comenzaban a encenderse.

Chile llegó a la fecha FIFA de octubre con un equipo casi irreconocible en comparación con el que ganó la Copa América Centenario en 2016 o al utilizado por el exseleccionador Juan Antonio Pizzi en la clasificación para el Mundial.

Apenas el centrocampista del Barcelona Arturo Vidal o el delantero del Manchester United Alexis Sánchez son algunos de los pocos nombres que todavía prevalecen sobre el césped cuando Chile juega.

Un ejemplo de ello es el del goleador del portugués Benfica, ‘Nico’ Castillo, quien salió a la cancha en el minuto 78 en sustitución de Ángelo Sagal, del Pachuca mexicano.

Ambos jugadores con 25 años, se disputan una delantera huérfana desde que Eduardo Vargas no es llamado por el seleccionador pese a ser uno de los máximos anotadores de la selección (35 goles en 84 partidos).

Castillo dio el primer paso hacia el nuevo camino que pretende enfilar Chile en su proceso de cambio con la vista puesta en revalidar su bicampeonato continental en la próxima Copa América de Brasil en 2019, ocasión en la que defenderán su título.

Pese a ello, el primer paso se hizo sufriendo -el gol de Castillo llegó en el minuto 89-, pero la senda ya está marcada para que los seleccionados por Rueda rubriquen esa idea en los próximos dos amistosos que la Roja tiene ya programados para el próximo noviembre.

Serán en casa, y ante su público y, en principio, ante rivales que deberían poner a Chile en grandes apuros, aunque, más allá de servir como preparación para la cita continental del año que viene, servirá como piedra de toque para rivales directos en ese torneo.

La primera de ellas será Costa Rica, rival de la Roja el próximo 16 de noviembre en un partido que se disputará en el estadio El Teniente de Rancagua, a 90 kilómetros al sur de Santiago.

Días después, el 20 del mismo mes, el turno será para Honduras en la sureña urbe de Temuco, en el emblemático estadio Germán Becker.

En esas citas será cuando Chile tenga que reafirmar si la victoria a domicilio por la mínima contra México fue un golpe de suerte o una señal de recuperación de cara a defender en unos meses en Brasil sus dos entorchados continentales consecutivos.