Tegucigalpa – La violencia en Honduras y El Salvador causa «graves y preocupantes consecuencias humanitarias», como el desplazamiento interno, la migración, la desaparición y limita el acceso a servicios de salud y educación, dijo el vicepresidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Gilles Carbonnier.

Tras concluir una visita de seis días por El Salvador y Honduras, Carbonnier indicó que la violencia en estos países centroamericanos también restringe las «posibilidades de desarrollo personal, social y de participación comunitaria» de la población, según una declaración divulgada este sábado por la oficina del CICR en Tegucigalpa.

El alto cargo del CICR visitó Honduras del 14 al 16 de abril para «reforzar» la agenda humanitaria y llamar a «un impulso» de los anteproyectos de Ley de Desplazamiento Interno por la Violencia y Regulación del Uso de la Fuerza.

Destacó la importancia de que el Parlamento de Honduras discuta, aprueba y reglamente la Ley para la Prevención, Atención y Protección de las Personas Desplazadas Forzadamente, presentado en marzo de 2019.

«Este es un asunto urgente que afecta a más de 247.000 personas y que no permite más dilaciones. Desde nuestra visión, estrictamente humanitaria, consideramos que esta ley contribuirá a esos cambios necesarios a favor de las personas desplazadas internamente en su asistencia y protección», subrayó Carbonnier.

LEY DEL USO DE LA FUERZA

Según cifras de la Unidad de Política Migratoria, alrededor de un 50 % de los migrantes centroamericanos son hondureños, por lo que el CICR considera «urgente» implementar acciones que permitan «contrarrestar la situación, contar con herramientas jurídicas para asistir y proteger a las personas víctimas del desplazamiento y brindar soluciones duraderas a la población en riesgo».

Otra tarea pendiente de Honduras es la aprobación de la Ley del Uso de la Fuerza. “Tenemos ahora una oportunidad de lujo para establecer un marco claro de actuación de las fuerzas de seguridad y reducir el riesgo del uso ilícito de la fuerza. Queremos hacer énfasis en la importancia del respaldo del actual anteproyecto de ley que cuenta ya con dos dictámenes favorables de la Comisión de Derechos Humanos en el Poder Legislativo”, señaló Carbonnier.

En Honduras, como en otros países de la región, el CICR continuará trabajando con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en «la integración de las normas y principios del derecho internacional de los derechos humanos que regulan el uso de la fuerza».

«Es necesario un esfuerzo conjunto para garantizar la implementación de estas normas internacionales», indicó la organización humanitaria.

PREOCUPA NIÑEZ MIGRANTES

Carbonnier y la directora de operaciones para las Américas del CICR, Sophie Orr, estuvieron en El Salvador del 10 al 13 de abril, para fortalecer la colaboración con este país en la promoción de agendas humanitarias.

Ambos funcionarios del CICR se reunieron con familiares de desaparecidos y desplazados de El Salvador, así como con personas apoyadas por el CICR, para conocer de «primera mano sus necesidades».

El ejecutivo del CICR reconoció los importantes avances en El Salvador para reconocer el problema de desplazamiento interno y aprobar, en 2020, una ley especial al respecto.

«Esperamos que esta ley tenga un impacto muy positivo en la vida de miles de víctimas de la violencia y contribuya a que estas personas desplazadas puedan recibir la atención que requieren. Sin embargo, hace falta un esfuerzo significativo y comprometido para la implementación de la ley, tarea en la que CICR está dispuesto a apoyar desde su experiencia y naturaleza como actor humanitario», indicó.

El vicepresidente del CICR dijo que existe «preocupación» por la situación de la niñez migrante de Honduras, Guatemala y México, aunque destacó la «reducción significativa de casi un 85 % en el retorno de salvadoreños en 2020.

«Se requieren respuestas efectivas y coordinadas que involucren a las familias y responsables, y que ofrezca alternativas dignas y seguras para el desarrollo pleno de la niñez», enfatizó.

El CICR, la Cruz Roja Salvadoreña y la Federación Internacional de la Cruz Roja suscribieron un acuerdo para mejorar la coordinación entre los socios del organización y ampliar el alcance de la respuesta humanitaria.