Houston – La científica hondureña María Elena Bottazzi quien trabajaba para el Baylor College of Medicine como codirectora del Centro de Vacunas, encabeza un grupo de científicos que desarrollaron la vacuna contra una de las formas más letales de coronavirus, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS).

La estructura genética del SARS tiene un 80 por ciento de similitud con el coronavirus COVID-19, por lo que la vacuna podría ser un gran aporte para detener la expansión del mal que a la fecha ha cobrado la vida de más de dos mil personas.

María Elena Bottazzi, es la científica hondureña, microbióloga egresada de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras; doctora en virología molecular en el Baylor College of Medicine, como codirectora; y en el Texas Children’s Hospital en Houston, Texas.

Botazzi aseguró que han alcanzado enormes avances en crear una vacuna que sería utilizada para erradicar el covid-19. La vacuna se basa en una proteína que conecta con el receptor del virus para entrar en las células humanas, explicó.

“La intención es que esta proteína, inoculada como vacuna en un humano puede crear una respuesta inmune que va a prevenir que el virus entre en las células de los pulmones y así evitar la enfermedad”, precisó la científica.

Botazzi, que en 2018 recibió el premio “mujeres en la ciencia” Carlos Slim, afirmó que la vacuna del SARS ya fue manufacturada y está a dos pruebas de laboratorio para ser usada en humanos.

El propósito es traer esta vacuna del SARS a estudios clínicos y en paralelo evaluar si puede proteger contra el SARS 2 o COVID-19; mientras, en laboratorio se clona la proteína ligadora del receptor del COVID-19 y confirmar, de manera rotunda, el uso de una nueva inyección contra la enfermedad.

“Tenemos varios indicios que el virus que está actualmente circulando que es el SARS número dos, es en su código genético muy similar al SARS que ha circulado en años anteriores, entonces hemos hecho varios estudios para determinar qué posibilidad podría tener nuestra vacuna que está actualmente manufacturada con buenas prácticas y está guardada en un freezer aquí en Houston para ver si puede ser reutilizada”, refirió la científica en declaraciones al programa TN5 Matutino.

Acotó que ahorita están tratando de adquirir apoyo financiero para poder hacer los estudios correspondientes que todavía necesitan hacerse, pero la intención evaluar si puede ser una vacuna que puede ser dirigida a la población de primer contacto como el personal de salud o los individuos de la tercera edad o con enfermedades preexistentes.

“Tenemos que reducir la capacidad de ese virus de causar la muerte y obviamente causar enfermedad severa”, comentó Bottazzi quien estimó que de conseguir los fondos, tardaría entre un año y un año y medio hacer las primeras pruebas de la vacuna en individuos.

Mientras tanto, recomendó a los hondureños informarse sobre el coronavirus a través de las autoridades sanitarias del país y de la Organización Mundial de Salud (OMS), tener calma, si se siente enfermo acudir a los centros de salud y mantener los hábitos de higiene como lavarse las manos, taparse la boca y lo más importante es hacer uso del sistema de vacunas que es excelente en Honduras y ponerse la vacuna contra la influenza.