Rabat.– Cientos de migrantes, la mayoría sudaneses, se están desplazando desde hace días a ciudades cercanas a Nador para intentar volver a cruzar a Melilla y decenas de ellos se congregan desde ayer en el monte Gurugú cercano a la ciudad española, donde han intervenido las fuerzas marroquíes.

Dos fuentes de seguridad explicaron a Efe que estas personas están trasladándose a ciudades como Berkan y Uxda (80 y 130 kilómetros al este de Nador) desde otras localidades de Marruecos y se preparan para realizar una nueva intentona de cruce a Melilla, tras la última que protagonizaron el pasado 24 de junio y en la que murieron 23 emigrantes.

Un emigrante sudanés que participó en ese cruce masivo el 24 de junio, en el que participaron entre 1.700 y 2.000 personas, confirmó a Efe esos desplazamientos y que la comunidad migrante prepara una nueva incursión, en la que él ha optado por no participar.

Las fuentes de seguridad agregaron que estas personas, que se mueven en grupos compuestos por menos de treinta individuos, partieron en su mayoría desde Casablanca y se dirigieron en transporte público a Uxda o Berkan.

Los emigrantes evitan, según las fuentes, ir directamente a Nador, localidad marroquí fronteriza con Melilla, para desviar la atención de las autoridades, y luego continúan su travesía andando o en transportes privados hacía las afueras de la urbe española con la ayuda de «guías» sudaneses que conocen la zona.

Las fuentes temen que unas 5.000 personas podrían participar en esa movilización, que las autoridades marroquíes están intentando abortar arrestando a los migrantes y devolviéndolos a las ciudades del centro y del oeste del país desde donde salieron.

Además, decenas de emigrantes sudaneses volvieron en las últimas 24 horas a congregarse en el monte Gurugú, cercano a Melilla, donde hoy se han producido enfrentamientos con las autoridades marroquíes en los que resultaron heridos cuatro agentes, informaron fuentes locales y de seguridad, que no detallaron si hay heridos entre los migrantes.

Según las fuentes locales, los emigrantes arrojaron piedras a los agentes que pretendían disolver su campamento en el monte, adonde se desplazaron antidisturbios marroquíes para dispersar a alrededor de cien congregados en ese punto.