Autor del artículo: EFE
Washington – Michael Cohen, exabogado del ahora presidente de EE.UU., Donald Trump, se unió esta semana a la creciente lista de colaboradores que han sido sentenciados por distintas investigaciones sobre el círculo del mandatario, que hoy volvió a calificar a la trama rusa como una «caza de brujas».
Cohen, el hombre para todo de Trump que llegó a decir que recibiría una bala por él, fue sentenciado esta semana a tres años de prisión por distintos delitos, entre ellos la violación de financiación de campaña en la que ha involucrado directamente al presidente.
La condena contra Cohen, emitida por un tribunal de Nueva York, abarca, entre otras cuestiones, el pago por el silencio de dos mujeres que mantuvieron presuntamente relaciones con Trump, pero también incluye asuntos vinculados a la «trama rusa», como el proyecto de ubicar en Moscú una «Trump Tower».
El mandatario reaccionó esta semana a las acusaciones de su exabogado personal.
«Nunca ordené a Michael Cohen violar la ley. Es un abogado y se supone que conoce la ley», recalcó Trump en su cuenta de Twitter.
Ante esta situación, Trump aprovechó la publicación de un informe interno del Departamento de Justicia sobre Peter Strzok, un polémico exagente del FBI que participó en las pesquisas de la trama rusa, para cargar contra el equipo de la fiscalía: «¡Caza de brujas!», exclamó en Twitter.
Sin embargo, Cohen, el asesor más cercano a Trump condenado hasta la fecha, no es el único en el círculo de personas ligadas al magnate que han visto cómo las pesquisas de la llamada «trama rusa» y otras averiguaciones acababan en sentencias contra ellos.
La próxima semana, el 18 de diciembre, está prevista una audiencia en un tribunal federal del Distrito de Columbia, en Washington, en la que se leerá la sentencia contra Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional de Trump en la campaña electoral de 2016 y en la propia Casa Blanca.
Flynn tuvo que abandonar el equipo presidencial por haber mentido sobre sus contactos con Rusia antes de acceder a la Casa Blanca.
Posteriormente, se terminó declarando culpable de haber mentido al FBI en el marco de las pesquisas de la trama rusa y aceptó cooperar.
Tras la sentencia de Flynn, que presumiblemente no implicará su paso por prisión después de que así lo reclamaran su defensa y la fiscalía, Trump verá cómo las investigaciones se cobran a un nuevo integrante del círculo de asesores que ayudó a llevarle al poder.
Además, faltan por conocer dos sentencias en el marco de las investigaciones de la trama rusa contra el exjefe de campaña de Trump Paul Manafort, quien se declaró culpable de un total de diez delitos de fraude en dos cortes diferentes, aunque habrá que ver si cambia su situación después de que las autoridades le acusaran de violar un acuerdo firmado en septiembre.
Junto con Manafort, también espera su sentencia Rick Gates, el que fuera su mano derecha dentro de la campaña de Trump y que colabora con la fiscalía especial de la trama rusa.
Hasta la fecha, también han sido condenados como consecuencia de esta investigación el exasesor de la campaña de Trump George Papadopoulos y el abogado holandés vinculado a la campaña Alex van der Zwaan, ambos por mentir a las autoridades.
El fiscal especial Robert Mueller investiga desde mayo de 2017, de manera independiente al Gobierno, los posibles lazos entre miembros de la campaña de Trump y el Kremlin, al que las agencias de Inteligencia acusan de interferir en los comicios de 2016, además de un supuesto delito de obstrucción a la justicia de Trump.
Esta misma semana, el Departamento de Justicia publicó que la investigación, a la que Trump llama «caza de brujas», ha necesitado hasta la fecha un presupuesto superior a los 25 millones de dólares para recabar los datos requeridos.
Tal y como recordaba hoy The Washington Post, la mayoría de las organizaciones que dirigió Trump antes de llegar a la Presidencia se encuentran bajo escrutinio por distintas causas.
La empresa de Trump ha sido demandada por sus negocios con otros países e investigada por sus prácticas fiscales; su campaña es investigada por Mueller, que también ha puesto el foco en los fondos del comité para su toma de posesión; y su fundación ha sido demandada por ser supuestamente empleada con fines lucrativos.