Nogales (AZ) – De manera unánime, el Concilio de la ciudad de Nogales, en Arizona, aprobó hoy una resolución en la que pide al Gobierno federal que se retire una alambrada de púas colocada por el Ejercito en la frontera.
Con esta decisión, tomada bajo el argumento de que es un «peligro» para sus residentes y porque afecta el comercio, esta ciudad se convierte en la primera en la frontera entre Estados Unidos y México que rechaza el uso de la alambrada como método para incrementar la seguridad en la línea limítrofe.
«No en Nogales», dijo este miércoles Arturo Garino, alcalde de esta ciudad en el extremo sur de Arizona, durante el debate de esta resolución y en el que destacó que en algunos tramos residen familias a menos de 10 pies de distancia de donde se ha colocado el alambre de púas.
«Aquí tenemos a niños que juegan con sus pelotas, con sus mascotas y que puedan estar en peligro si se acercan al muro que ahora tiene el alambre de púas», advirtió el alcalde, quien no descartó una demanda judicial.
La resolución se aprueba luego de que el fin de semana soldados del Ejercito colocaran líneas adicionales de alambre de púas en la valla de acero que divide la frontera y que cubre parte del centro de la ciudad, la cual tiene una población de poco más de 20.000 habitantes.
El pasado mes de noviembre, el Ejercito había colocado dos líneas de alambre de púas horizontales en la parte más alta del muro, pero días atrás se agregaron cuatro líneas que cubren desde la punta hasta el piso.
El alcalde indicó que en una reunión con efectivos de la Patrulla Fronteriza se le aseguró que la alambrada podría quedarse por tiempo indefinido, ya que evita que inmigrantes criminales «brinquen el muro fronterizo».
La resolución pide que ningún uso de fuerza o táctica militar diseñada para causar daño indiscriminado sea permitido dentro de la demarcación de la ciudad, a menos que exista una Declaración de Guerra por parte del Congreso o una Declaración de Emergencia Nacional.