San José – El Estado colombiano admitió este martes ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) su responsabilidad por la desaparición forzada de Jhon Ubaté y Gloria Bogotá en 1995 y prometió a sus familiares un proceso de reparación y acompañarles en la búsqueda.
«Nos encontramos aquí ante este tribunal internacional de derechos humanos para dignificar la memoria de Jhon Ricardo Ubaté y de Gloria Bogotá, y reconocer que el Estado colombiano les falló», dijo la representante estatal Paula Robledo, durante la audiencia de este caso ante la CorteIDH.
Robledo hizo el reconocimiento de responsabilidad tras escuchar los testimonios de Sandra del Pilar Ubaté y de Amanda Bogotá, hermanas de las víctimas, y tras anunciar que el Estado había alcanzado un acuerdo con las familias.
«Estamos aquí para acompañarlas en este proceso de reparación que inicia, pero además estamos asumiendo un compromiso de impulsar y culminar el proceso de resarcir los daños causados», afirmó Robledo.
Este caso se refiere a la desaparición forzada de Jhon Ricardo Ubaté y Gloria Bogotá en el marco de un operativo policial realizado por la Unidad Antiextorsión y Secuestro de la Policía en 1995, y la impunidad en la que se encuentran los hechos.
«El Estado colombiano reconoce el dolor que genera la incertidumbre de no saber el paradero de un ser querido. Así como lo ha reconocido la Comisión de la Verdad en Colombia, no encontrar a quien hace falta causa en los familiares de los desaparecidos una herida abierta con la que transitan, la mayoría de las veces, de manera interminable», apuntó Robledo.
La representante del Estado expresó su admiración por la labor «ejemplarizante» de búsqueda realizada por los familiares por casi 3 décadas y afirmó que las dos víctimas eran desmovilizadas del Ejército de Liberación Popular (EPL) que no contaron con medidas de protección por parte del Estado y que se dedicaban a labores comunitarias que eran «ejemplo del valor de la reconciliación».
Tania Reneaum, secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente que presenta los casos ante la CorteIDH, reseñó que Jhon Ubaté y Gloria Bogotá fueron retenidos en Cali por un grupo de agentes estatales el 19 de mayo de 1995 y desde entonces se desconoce su paradero, sin que nadie haya sido sancionado por los hechos.
Recordó que Ubaté era un líder de la Comuna 20 de Cali que denunció hechos de violencia cometidos por policías.
Reneaum dijo que la CIDH toma nota y valora el reconocimiento de responsabilidad hecho por el Estado.
En la audiencia brindaron testimonio Sandra del Pilar Ubaté, hermana de Jhon Ubaté; y Amanda Bogotá, hermana de Gloria Bogotá.
Ambas relataron los daños físicos y psicológicos que sufrieron sus familias después de las desapariciones, así como las labores de búsqueda que han llevado a cabo.
«Acudir al sistema interamericano era lo que más deseábamos. Es realmente valioso porque mi voz es la voz de más de 103 familias que estamos buscando y sus casos están en la completa niebla», aseguró Ubaté.
Ubaté espera que el acuerdo alcanzado con el Estado les permita «más participación» y que el Gobierno «se comprometa de verdad con la búsqueda».
Además, confía en que la CorteIDH emitirá una sentencia que sirva para «abrir caminos de búsqueda para mi hermano y para Gloria, y para otras familias en Colombia».
Por su parte, Amanda Bogotá dijo que las familias se sentirán reparadas solo «sabiendo dónde están» los desaparecidos y pidió al Gobierno el «compromiso de que estos hechos no vuelvan a pasar».