Ginebra – Las autoridades estadounidenses continúan cometiendo abusos contra migrantes y solicitantes de asilo, que incluyen periodos de detención excesivamente prolongados, falta de acceso a servicios legales y maltratos, denunció este viernes el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
En su quinto informe sobre la situación de las libertades fundamentales en Estados Unidos, que repasa eventos transcurridos desde 2014, el comité también critica las malas condiciones de detención que sufren esos migrantes y solicitantes de asilo, a menudo sin adecuado acceso a alimentos, aguas y cuidados médicos.
«Ello ha provocado la muerte de numerosos detenidos, incluidos niños», denuncia el comité, que también lamenta casos de violencia sexual y confinamiento en solitario durante estas detenciones.
El grupo de expertos de Naciones Unidas recuerda además que en el marco de las políticas de «tolerancia cero» contra la migración que se adoptaron durante el Gobierno del republicano Donald Trump (2017-2021) 5.000 niños migrantes fueron separados a la fuerza de sus padres.
«Celebramos que esa política fuera rescindida en enero de 2021 (…) pero nos preocupan los informes según los cuales cientos de niños siguen separados de sus familias», señala el documento del comité.
También critica recientes medidas de la Administración de Joe Biden al respecto de la emigración, como la llamada política de «expulsión expedita» que en opinión del comité restringe el derecho a solicitar asilo.
Fuera del ámbito de la migración, el informe trata otros temas como el derecho al aborto, expresando preocupación por el aumento de las barreras legislativas a esta práctica en varios estados norteamericanos.
Esas barreras, denuncia, incluyen la «criminalización de trabajadores sanitarios, personas que asisten a las mujeres que quieren abortar, notablemente familiares, y a las propias mujeres embarazadas».
También preocupan al comité prohibiciones de viajes entre estados a mujeres que desean abortar, vetos a medicamentos relacionados o incluso vigilancia de mujeres que buscan acceso al aborto a través de sus datos digitales, con el propósito de procesarlas.
El informe también denuncia casos de brutalidad policial y excesivo uso de la fuerza por parte de autoridades con impacto desproporcionado en afroamericanos, indígenas, personas de origen latino, migrantes y solicitantes de asilo.
Esos grupos, así como mujeres y niños, también están sobrerrepresentados entre las víctimas de los crecientes ataques con armas de fuego en el país, alerta el comité.
Sobre la cuestión del centro de detención de Guantánamo, el comité celebra que EE.UU. permitiera a principios de este año que fuera visitado por la relatora de la ONU para la lucha antiterrorista, Fionnuala Ní Aoláin, pero por otro lado lamenta que siga sin haber una fecha prevista para su cierre.
«Algunos de los detenidos allí llevan más de 20 años sin haber sido juzgados ni siquiera haber cargos contra ellos», critican los expertos de Naciones Unidas.
En relación con ello, su informe lamenta la falta de procesos y condenas contra miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses y otros agentes por torturas, maltratos y otros tratos degradantes durante los programas secretos de detenciones e interrogatorios de la CIA.
El comité denuncia asimismo la práctica continuada de ataques con drones armados por parte de EE.UU. en otros países, ante la que denuncia una total impunidad «tras la pérdida de vidas humanas y otros graves daóos causados particularmente a civiles».