A voter fills an official mail-in ballot answering the proposition 22 question in Los Angeles, California, USA EFE/EPA/Etienne Laurent/File

Washington – La mitad de los posibles nuevos votantes en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre son de origen latino, una comunidad cada vez más presente en la clase política estadounidense. Este hecho suscita una pregunta: ¿falta mucho para ver a un latino en la Casa Blanca?.

“Dado el crecimiento y la importancia del voto latino” y “a medida que más latinos son elegidos para el Congreso y el Senado de EE.UU., la lista de potenciales candidatos presidenciales no hace más que crecer”, afirma a EFE Matt A. Barreto, director del Proyecto de Derecho al Voto del Instituto de Política Latina de la Universidad de California (UCLA).

Según datos del Centro Pew, la mitad de los potenciales nuevos votantes en estos comicios es latino. Un total de 36,2 millones son elegibles para votar, cuatro millones más que en 2020.

Este 2024 se batirá un récord que suele superarse en cada elección: los latinos representarán el 14,7 % de todos los votantes elegibles, frente al 13,6 % de 2020.

En los últimos años, recuerda Barreto, se ha visto “a candidatos latinos postularse a la presidencia”, con Julián Castro (demócrata) y Marco Rubio (republicano) como “los nombres más destacados”. Pero todos han abandonado la carrera.

En una entrevista con EFE, el legislador hispano de mayor rango en el Congreso de EE.UU., Pete Aguilar, presidente del Caucus Demócrata de la Cámara baja, apuntaba recientemente: “Sé que veré a un presidente latino en mi vida. Espero tener la suerte de saber quién es y poder ayudarlo en el camino”.

Marco Davis, presidente y director ejecutivo del Instituto del Caucus Hispano del Congreso, cree que es una posibilidad “muy real”.

“Dado el estado de la política presidencial, podría suceder muy pronto, ya que cada vez vemos más candidatos nuevos surgir rápidamente en el escenario nacional”, relata a EFE en una entrevista.

Lo que necesita, agrega, “es que atraiga a una franja suficientemente amplia de su partido, más allá de su propia comunidad, para conseguir la nominación”.

“Que hayamos visto a Pete Aguilar ascender a un rol de liderazgo en la Cámara de Representantes, a Alex Padilla representar a un estado grande como California en el Senado y a Rubén Gallego hacer una candidatura creíble para el Senado en un estado clave como Arizona demuestra que nuestros líderes pueden llegar a un electorado diverso”, explica a EFE.

El primer presidente latino ¿Será demócrata o republicano?

En opinión de Barreto, hay más posibilidades de que el primer candidato final latino sea demócrata, ya que “fuera de la ciudad de Miami los votantes latinos votan mayoritariamente por los demócratas”.

Aunque si Kamala Harris gana la presidencia frente a Donald Trump con un fuerte apoyo latino, señala, sin duda “pondrá presión sobre el Partido Republicano” y “podría ser posible ver a alguien como Marco Rubio intentar de nuevo la presidencia en 2028”.

Del lado demócrata, agrega, “mirando hacia el futuro” hay “una serie de senadores estadounidenses latinos de muy alto perfil, como Alex Padilla, Ben Ray Luján, Catherine Cortez Masto y pronto Rubén Gallego, que son estrellas en ascenso”.

“Tampoco descartaría a alguien como Julián Castro, que ya tiene esa valiosa experiencia de postularse a la presidencia en 2020 y tiene experiencia como secretario de gabinete y alcalde de una ciudad importante” (San Antonio), agrega.

¿Cómo será el primer presidente latino?

Pase el tiempo que pase, el candidato a la presidencia -republicano o demócrata- no será el primero que figura en las papeletas.

En estas elecciones hay ya uno, el de Claudia de la Cruz, aspirante del Partido Socialismo y Liberación (PSL), cuyo nombre estará presente en 21 de los 50 estados, en los que el partido ha superado las distintas y complejas barreras para ser candidato.

Nacida en el sur del Bronx de padres inmigrantes de la República Dominicana, De la Cruz reconoce a EFE que no tiene ninguna opción pero que su participación es “una oportunidad para hacer educación masiva e intervenir dentro del discurso político”.

En su opinión, la llegada de un latino a la Casa Blanca “es inevitable”. “El tema es que quien lo logre realmente represente los intereses de la comunidad latina trabajadora de este país”, reclama.

De la Cruz cree que hoy en día la presencia de latinos en la política “es algo muy cosmético, muy superficial”.

“Su representación no es de los intereses reales de la clase trabajadora, sino que están representando los intereses de la clase que domina”, relata a EFE la candidata del partido de ideología marxista-leninista.