Fotografía del 22 de febrero donde aparecen dos agentes de la Patrulla Fronteriza mientras atienden a unos niños en un punto del área conocido como Quitobaquito, en la frontera de Arizona con México (EE.UU.). EFE/Paula Díaz/Archivo

Washington – Decenas de legisladores exigieron al Gobierno del presidente Donald Trump que ponga fin a la expulsión de migrantes menores de edad que llegan a la frontera con México sin compañía de adultos sin que se les otorgue una audiencia de inmigración para evaluar su situación.

«Una vez más, este gobierno pone a los niños en peligro como parte de su guerra contra los inmigrantes», afirmó la representante Judy Chu, demócrata de California, en una carta respaldada por otros 57 miembros del Congreso.

La carta demanda información sobre la forma en que se procesan las expulsiones, la identidad de los niños, si estos son examinados por infección de coronavirus y en qué medida se protegen el bienestar y el desarrollo de los menores de edad.

Una orden del Gobierno con fecha del 29 de marzo pasado autorizó a las agencias que operan en las fronteras con México y Canadá para que devuelvan de inmediato a las personas que puedan presentar síntomas de la covid-19. La medida se aplica aún a los menores de edad.

Antes de que se aplicara esta orden los menores de edad centroamericanos que llegaban solos a la frontera eran enviados temporalmente a albergues supervisados por el Departamento de Salud. A más largo plazo, los niños eran ubicados con familiares o amistades a la espera de una audiencia en un tribunal de inmigración.

«En ausencia de una verdadera política migratoria, este gobierno en cambio hace aspavientos con la detención y deportación de menores de edad que huyen de la violencia y los abusos sin darles el proceso debido que requiere la ley», añadió Chu.

Por su parte el representante Jim Langevin, demócrata de Rhode Island y uno de los firmantes, indicó que «una y otra vez el gobierno de Trump ha tratado con desidia cruel a los inmigrantes que llegan a Estados Unidos».

«La atrocidad más reciente de expulsar a los inmigrantes, incluido los menores de edad y quienes buscan asilo bajo la excusa de salud pública, sólo añade a grave trauma que han experimentado», añadió Langevin.

Los legisladores afirmaron que las expulsiones «carecen de un fundamento de salud pública, y el Gobierno federal es totalmente capaz de recibir y colocar a niños no acompañados y a solicitantes de asilo, al tiempo que protege la salud pública”.

La representante Karen Bass, demócrata de California, declaró que «las graves violaciones de los principios del bienestar infantil perpetradas por este gobierno son inaceptables».

«Los niños que buscan refugio en Estados Unidos son, por encima de todo, niños», agregó. «Habrá que rendir cuentas por el daño psicológico permanente causado por estas acciones insensibles».

La carta, dirigida al secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, y el director de CDC, Robert Redfield, recibió el aval del Centro Nacional para Ley Juvenil (NCYL) y la Comisión de Refugio de Mujeres, entre otros grupos.

«Las expulsiones ilegales e inhumanas de miles de niños son lo último en una serie de violaciones de los derechos humanos contra esta población tan vulnerable», señaló la directora del NCYL.

La carta se envió después de que una investigación del diario The Wall Street Journal (WSJ) revelase que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) no apoyasen en marzo pasado el cierre de las fronteras ordenado por la Casa Blanca, cuyo objetivo supuestamente era frenar la propagación del coronavirus.

Durante el evento público en el que se anunció la medida, Wolf aseguró que los CDC habían determinado que el coronavirus presentaba un «serio peligro» para el país y por eso apostaron por cerrar la frontera.

Sin embargo, el rotativo sostuvo que la medida «fue impulsada por funcionarios de inmigración en la administración a pesar de las objeciones de altos funcionarios de los CDC», que es en última instancia la autoridad para emitir una orden de estas características.