Altadena (EEUU).- Los inmigrantes en Los Ángeles (EEUU), en especial los indocumentados y los de bajos recursos, están entre los más vulnerables para encontrar un nuevo techo tras perder el suyo en los incendios.
Tres hermanos mexicanos y un cuñado cuentan a EFE que perdieron la vivienda que alquilaban, y con ella todas sus pertenencias, en el incendio Eaton la semana pasada.
Desde entonces están refugiados en una construcción en la que trabajaban, pero el tiempo que les dio el dueño de la propiedad se les acaba y ahora no saben a dónde irán.
«Conseguir dónde vivir es lo que más necesitamos en este momento», cuenta Benjamín Domínguez Guevara, de 29 años y oriundo de Puebla (México).
El inmigrante ha estado viviendo desde el pasado 8 de enero con sus hermanos, Alejandro y Teodoro, y su cuñado Marco Antonio López Fernández, en una casa que el grupo reparaba en el sur de Los Ángeles.
«Sabemos que tenemos que irnos pronto», relata con preocupación el mexicano, que llegó hace cuatro años a Estados Unidos en busca de una mejor vida.
Los cuatro rentaban una pequeña casa de dos habitaciones en Altadena desde 2022 por 2,400 dólares. El mexicano dice con nostalgia que ese lugar se convirtió en «un dulce hogar», donde podían vivir en familia, ahorrar y tener la herramienta que utilizan en su trabajo de construcción. Pero todo quedó en cenizas.
Cuenta que en la noche del martes 7 de enero la zona se había quedado sin energía, por lo que se fueron a dormir temprano, pero la alarma de los celulares los despertó en la madrugada.
«La casa estaba llena de humo, nosotros pensamos que teníamos que salir por eso, no porque hubiera un incendio», ahonda Benjamín.
Apenas pudieron alumbrar la evacuación con la luz de sus teléfonos dejando atrás la ropa, los ahorros en efectivo, las herramientas y los recuerdos que no podrán recuperar. «Se quemaron las fotos de mi papá que falleció hace 27 años. Mi hermano mayor perdió cosas de sus hijas, como las pulseras del hospital cuando nacieron. Es muy triste».
Pero el dolor de perder sus pertenencias ha sido opacado por la preocupación de encontrar una vivienda. Para Alejandro el problema es doble, su exesposa y sus cuatro hijas también perdieron su hogar y él debe ayudar a encontrarles un techo seguro.
A esto se suma que los mexicanos no han podido trabajar porque no tienen herramientas. «Sin dinero nadie nos va a rentar, además no creemos que podamos encontrar algo tan económico como lo que teníamos en Altadena, ahora todo va a subir», explica Benjamín.
Antes del siniestro, el alquiler de las casas de dos habitaciones en Altadena estaba entre los 2,995 a 6,500 dólares por mes, según Redfin.
El panorama perfecto para la especulación
El mexicano está en lo cierto. Las denuncias por la especulación en el valor de los arriendos en Los Ángeles se han multiplicado en los últimos días a pesar que la declaración de emergencia impide los aumentos mayores del 10 %.
Tanto el fiscal de California, Rob Bonta, como el de Los Ángeles, Nathan Hochman, han dicho que perseguirán a los especuladores. Sin embargo, entre los inquilinos existen dudas porque en el pasado no se han impuesto castigos y no se ha podido extender el control de renta a ciertas áreas.
Los inmigrantes se muestran como los inquilinos más vulnerables en este desastre. «No va a ser fácil para estos trabajadores encontrar nuevamente una vivienda. Las autoridades no se pueden olvidar de ellos», dijo a EFE Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros.
México responde
La situación es tan crítica entre los inmigrantes que el consulado de México en Los Ángeles ha tenido que desplegar una estrategia que cubre, entre otros aspectos, realizar un censo de los afectados, hacer presencia en los refugios, acudir a los hospitales, identificar víctimas mortales, y desplegar una campaña de información y asesoría legal.
«Nuestra labor es asegurarnos de que la gente sepa que la ayuda está disponible para todos, salvo alguna ayuda del gobierno federal, el resto se encuentra sin importar la situación migratoria», explicó a EFE el cónsul general en Los Ángeles, Carlos González Gutiérrez.
El diplomático resaltó que incluso los inmigrantes indocumentados con hijos nacidos en EEUU tienen derecho a recibir recursos de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
«Hemos encontrado que las necesidades son diferentes para las familias, entonces nuestro objetivo es poder ayudarles a encontrar recursos y ayuda para cubrir lo más urgente», añadió el cónsul.
González Gutiérrez invitó a los mexicanos afectados por los incendios, que hasta el momento se han cobrado la vida de 25 personas, a comunicarse con la sede diplomática.