La guatemalteca Lidia Xol juega con su hija Lea Che, de 4 años, en el interior del Monasterio Benedictino de la ciudad de Tucson en Arizona (EE.UU.). Ante la incapacidad de las autoridades estadounidenses de acoger en sus instalaciones al elevado número de indocumentados que cruzan la frontera con México, el icónico Monasterio Benedictino de la ciudad de Tucson, en Arizona, ha abierto sus puertas a familias migrantes. El monasterio se ha convertido en un refugio para los inmigrantes, un lugar donde pueden descansar, comer, recibir asistencia médica, ropa limpia y ayuda para continuar su viaje hacia su destino final en algún lugar de Estados Unidos. EFE/Archivo

Tucson (AZ) – Para afrontar la «crisis» de salud mental que afecta a la comunidad inmigrante, este miércoles se lanzó la Red de Consejeros Latinx en Acción, con profesionales que se ocuparán a lo largo y ancho del país de temas como violencia, detención, separación de familias y deportaciones.

«El objetivo es crear un recurso de salud mental para la comunidad inmigrante latina en todo EEUU. Creemos que actualmente existe una gran necesitad entre nuestras comunidades», dijo a Efe Francisca Porchas Coronado, fundadora de la Red.

Porchas Coronado indicó que se enfocarán en tres áreas para dar apoyo al movimiento de derechos de los migrantes, y lo harán a través de artículos y conversatorios.

También darán apoyo emocional a miembros de la comunidad que están sufriendo los efectos de las políticas migratorias de la actual Administración, que continúa separando familias.

La red de terapistas tiene presencia en Arizona, California, Texas, Nueva York y Massachusetts, estados donde también proporcionan servicios de salud mental a bajo costo a familias o individuos afectados por ansiedad y depresión debido a la separación o deportación de un familiar.

«Queremos darle las herramientas a nuestra comunidad sobre cómo enfrentar estas situaciones estresantes que afectan sus vidas, las de sus familias y las de sus mismas comunidades», dijo Porchas Coronado.

El «network» (latinxtherapistsactionnetwork.org) busca llenar un vacío, pues pocas organizaciones se están enfocando actualmente en enfrentar los problemas mentales que sufren los inmigrantes ante las duras políticas migratorias del Gobierno federal.

El presidente, Donald Trump, negó este martes que esté pensando en restaurar su polémica política de separación de familias indocumentadas en la frontera sur, y calificó de «vergonzosa» la decisión judicial que bloqueó su práctica de hacer esperar en México a quienes solicitan asilo en su país.

Trump puso fin a esa política en junio pasado, tras la decisión de un juez federal, y ordenó que su Gobierno mantuviera juntos a los niños con sus padres o familiares en centros de detención.

La división de familias fue una consecuencia de la política de «tolerancia cero» con la inmigración ilegal, por la que EE.UU. procesaba criminalmente a los adultos indocumentados, algo que antes no se hacía, y que llevaba a alejar a los menores de sus padres cuando estos eran privados de libertad.