El empleado del supermercado Northgate González Market, el mexicano Gabriel Macías, de 74 años, ayuda a un cliente a empacar su mercancía en Norwalk, California. EFE/Felipe Chacón

Washington – Sabía que no era una buena idea y su hija lo desaprobaría. No obstante, Barbara Figge Fox, de 79 años, recientemente fue a cuatro tiendas en Princeton, en Nueva Jersey, para comprar productos enlatados, servilletas, fruta fresca, yogur y otros artículos.

«Estaba en estado de pánico», dijo Fox, quien admitió que ha estado sintiendo un miedo agonizante y e irracional debido a la pandemia de coronavirus.

Susannah Fox, la hija de Barbara, le había estado advirtiendo a su excepcionalmente sana madre durante semanas sobre la necesidad de permanecer en casa lo más posible y limitar el contacto con otras personas. Todos los adultos de 60 años o más tienen un alto riesgo de complicaciones por COVID-19 y deben seguir estas medidas, recomiendan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

«En un momento, cuando la estaba presionando para que limitara sus actividades, mi madre me dijo desafiante: ‘Bueno, de algo voy a morir’», contó Susannah, asesora de empresas de tecnología y atención médica. «Le dije: ‘Bueno, eso es cierto, pero no aceleremos ese momento'».

¿Son realmente necesarias las precauciones como las que respaldan los CDC, incluso en áreas donde el nuevo coronavirus todavía no parece estar circulando ampliamente? ¿Qué pasa con los adultos en sus 60 o 70 que están libres de enfermedades? ¿Deben preocuparse por ir a cenar a un restaurante o a la casa de un amigo? ¿Se desaconsejan todas las actividades fuera del hogar?

Les pedí consejos a varios geriatras. Todos advirtieron que lo que me dijeran podría verse afectado por acontecimientos imprevistos. De hecho, durante la semana del 16 de marzo, los gobernadores de aproximadamente una docena de estados, incluidos California, Delaware, Illinois, Indiana, Luisiana, Michigan, Nueva Jersey, Nueva York, Ohio, Oregon y Washington, han dicho a los residentes, y no solo a los adultos mayores, que deben permanecer en casa, en un esfuerzo agresivo para detener la propagación del coronavirus.

Esto es lo que los geriatras piensan que es razonable y por qué, en este momento:

CONOCE LAS PROBABILIDADES

Las advertencias actuales se basaron originalmente en datos de China, que revelaron que el 80% de las muertes por COVID-19 habían ocurrido en personas de 60 años o más.

La información más reciente de los Estados Unidos la publicaron los CDC la semana del 16 de marzo. De 4.226 casos conocidos de COVID-19 en ese momento, el 80 % de las muertes ocurrieron en personas mayores de 65 años, también el 53 % de las hospitalizaciones en la unidad de cuidados intensivos y el 45 % de las hospitalizaciones. Los mayores de 85 años sufrieron los peores resultados.

Los datos de China, los Estados Unidos y otros países también indican que, si se infectan, las personas con enfermedades como afecciones cardíacas, diabetes, trastornos renales y pulmonares, y aquellas con sistemas inmunes comprometidos, tienen más probabilidades de enfermarse gravemente y morir. Los CDC recomiendan que estos pacientes permanezcan adentro y tomen precauciones estrictas.

Lo que aún no se sabe: muchos detalles sobre el estado de salud subyacente de los adultos mayores, en China y otros países, que han muerto por COVID-19. «Todavía no tenemos este tipo de información», dijo la doctora Carla Perissinotto, jefa asociada de programas clínicos de geriatría en la Universidad de California-San Francisco.

Como resultado, persiste una considerable incertidumbre sobre la verdadera naturaleza del riesgo. Sin embargo, lo que está claro es que los adultos mayores tienen sistemas inmunes menos robustos y son menos capaces de generar una respuesta protectora contra el coronavirus.

TOMA PRECAUCIONES EXTRA

Hay incertidumbre sobre el grado de circulación del coronavirus en las comunidades de todo el país porque las pruebas para detectarlo han sido muy limitadas.

Algunas personas no desarrollan síntomas. Otras no se darán cuenta de que han contraído el coronavirus hasta que presentan síntomas. Ambos grupos pueden transmitir involuntariamente el virus, que puede vivir en superficies duras como las manijas de las puertas o los estantes de las tiendas hasta por 72 horas.

Dado lo poco que se sabe sobre el alcance de la propagación del virus en la comunidad, la mayoría de los médicos sugieren tomar precauciones extra.

Fern, de 82 años, la madre del doctor Michael Wasserman, lo llamó varias veces con preguntas. ¿Podría salir a cenar con su hermano? No, le dijo Wasserman, «los restaurantes son uno de los lugares más peligrosos en este momento para las personas mayores». ¿Podría ir a la farmacia a recoger una receta? No, le repitió, «el último lugar adonde quieres ir es a una farmacia o a un consultorio médico en donde circulan personas enfermas». ¿Qué pasa con el supermercado? Ordena a domicilio, le aconsejó.

Pero Wasserman, quien tiene 60 años y es un triatleta, no es tan estricto consigo mismo. “¿Iría a caminar? Si. A mi modo de ver, estoy en una zona gris. Puedo salir, pero tengo que tener cuidado».

TEN EN CUENTA TU SALUD

Wasserman no es el único en hacer este tipo de distinciones. «Lo que dicen varios médicos es que debes considerar si eres frágil» al evaluar tu riesgo personal, explicó el doctor John Morley, profesor de geriatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Saint Louis.

Morley destacó estas preguntas usando letras. “F: ¿Sientes fatiga constantemente? R para la resistencia: ¿puedes subir un tramo de escaleras? A para aeróbico: ¿Puedes caminar una cuadra? E para enfermedades: si tienes cinco o más, eso es malo. P para pérdida de peso: eso no es bueno».

Si respondes afirmativamente a tres o más de estas preguntas, debes ser «realmente cuidadoso y auto aislarte», enfatizó Morley.

Incluso si obtienes un puntaje de 1, «debes tener cuidado», continuó. «Si quieres invitar a cenar a una pareja amiga, asegúrate que no tengan un resfriado o fiebre, o una tos nueva, y que no hayan estado viajando».

«Le he estado diciendo a la gente, se trata de lo saludable que eres, no de la edad que tienes», dijo el doctor William Dale, director del Centro de Investigación del Cáncer y el Envejecimiento de City of Hope, un centro oncológico en Duarte, California.

EVALÚA LOS RIESGOS

Por supuesto, los adultos mayores deben seguir la orientación de los departamentos de salud estatales y locales, así como del gobierno federal. Pero los consejos varían ampliamente, lo que aumenta la incertidumbre.

«No creo que sea tan simple como ‘No salir’ para todos los adultos mayores. El contacto social sigue siendo realmente importante”, dijo Perissinotto. «Si tienes más de 60 años y estás sano, con prudencia, higiene de manos y consciente de tu entorno, debes poder realizar algunas actividades», como caminar o visitar a un vecino mientras mantienes una distancia segura.

Leslie Kernisan, geriatra de San Francisco y fundadora del sitio web de asesoramiento geriátrico BetterHealthWhileAging.net, ofreció varias sugerencias concretas. Si vas a la tienda, considera usar guantes de tela, porque los virus no sobreviven tan bien en superficies suaves.

Intenta no usar tu celular cuando estés fuera de casa. «Un teléfono es una superficie de plástico duro que puede contaminarse fácilmente», dijo.

Si te preocupa que tus padres mayores no sean rigurosos siguiendo las precauciones, no los regañes, aconseja Kernisan. En cambio, pregúntales cómo se sienten con respecto al coronavirus. ¿Qué saben al respecto? ¿Qué planes han hecho?

FOMENTA EL BIENESTAR

Cuando se le preguntó qué era seguro para los adultos mayores, el doctor Paul Tatum, profesor asociado de medicina en la Escuela de Medicina Dell de la Universidad de Texas-Austin, se centró en los factores que contribuyen al bienestar.

«Es seguro hacer ejercicio y, de hecho, es muy importante seguir haciendo ejercicio», pero no en el gimnasio o en grupos grandes, dijo. «Es seguro dormir lo suficiente», pero si es posible, evita las pastillas.

«Es seguro prevenir el aburrimiento, y tomar un descanso de las redes sociales y demasiadas noticias», dijo Tatum.

«Es seguro atender tus necesidades espirituales en este momento, pero es prudente hacerlo a distancia. No dudes en comunicarte con tu iglesia o sinagoga y decirles: «No puedo ir. ¿Puedo programar unos minutos por teléfono con alguien?» Es seguro llamar a tu vecino y decirle: «Necesito ayuda'».