El activista de 76 años Marco Castillo (i) y su pareja Rodrigo Campos (d) posan este martes durante su boda, el día en que el matrimonio entre personas del mismo sexo queda habilitado en Costa Rica al vencerse el plazo de 18 meses que la Sala Constitucional dio al Congreso para que legislara al respecto, en el Juzgado de Familia en San José (Costa Rica). EFE/Jeffrey Arguedas

San José – Costa Rica vive este martes una jornada histórica en la lucha por los derechos humanos al convertirse en el primer país centroamericano que legaliza el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, lo que de inmediato está siendo aprovechado por las parejas que ya están dando el «sí acepto».

El activista y abogado Marco Castillo, y su pareja Rodrigo Campos, fueron los primeros en casarse en un Juzgado de Familia, como un acto de reivindicación con el cual se reafirma que estas dependencias están obligadas a efectuar los matrimonios entre personas del mismo sexo.

En el pequeño juzgado de la localidad de Desamparados, en el sector sur de San José, Castillo y Campos dieron el sí, se colocaron las sortijas y se besaron simbólicamente con sus mascarillas puestas para cumplir con las medidas preventivas por la pandemia del COVID-19.

«Él es un hombre que ha dado la cara por la lucha de la diversidad sexual y de muchas personas, con un corazón desinteresado. Es una persona maravillosa con quien Dios me ha permitido compartir la vida y comprometernos en una lucha que compartimos al ciento por ciento, que es nuestro proyecto de vida como compañeros, como familia, como compinches, como colegas», declaró Campos.

Por su parte, Castillo aseguró que el matrimonio civil igualitario «es un peldaño hacia la equidad» y que en Costa Rica sea posible le alegra y le produce «mucha satisfacción».

«Socialmente ya somos reconocidos como familia», festejó.

El matrimonio gay entró en vigencia hoy en Costa Rica al vencerse un plazo de 18 meses que la Sala Constitucional otorgó al Congreso para emitir una legislación al respecto, o de lo contrario quedarían derogados los artículos del Código de Familia y de otras leyes que estipulan que los enlaces son legales únicamente entre hombre y mujer.

La Sala Constitucional tomó esa decisión en una resolución que acata una opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos solicitada por Costa Rica y publicada en enero de 2018, en la cual establece que los Estados deben garantizar los derechos humanos de las personas LGBTI, entre estos la identidad de género y el matrimonio igualitario.

Tras conocerse el fallo de la Sala Constitucional unas 50 parejas se casaron durante los últimos meses ante un notario y realizaron la solicitud de inscripción de su matrimonio ante el Registro Civil, el cual, a partir de este martes, ya puede darles trámite.

A las 00.01 hora local de este martes, Alexandra Quirós y Daritza Araya quisieron ser las primeras en casarse frente a un notario y transmitieron la ceremonia a través de las redes sociales de la organización «Sí Acepto», que durante las tres horas previas también emitió un programa en la televisión estatal con testimonios de la población LGBTI y para hacer un repaso histórico de la lucha por el matrimonio civil igualitario.

LA MEJOR CARA DE COSTA RICA

El primer diputado abiertamente gay de Costa Rica, Enrique Sánchez, dijo a Efe que hoy es «un día histórico, alegre, en el que Costa Rica muestra la mejor versión de sí misma, la de un país que apuesta por la igualdad y un Estado que protege a todas las familias en igualdad de condiciones».

«Esta es una conquista que se construyó con el aporte de miles de personas desde hace muchísimos años. Hoy se ve el fruto de una convicción muy profunda de que en Costa Rica no existen personas o familias de segunda categoría», aseveró Sánchez.

El legislador del oficialista Partido Acción Ciudadana recordó que durante los últimos 14 años el Congreso conoció proyectos sobre uniones civiles entre personas del mismo sexo, pero que ninguna fructificó, pues «siempre han habido grupos que obstaculizan cualquier avance en derechos humanos».

El presidente del país, Carlos Alvarado, también celebró la noche del lunes en un mensaje a través de redes sociales la entrada en vigencia del matrimonio gay, y el avance que considera significa para la igualdad y los derechos humanos en el país.

LA LUCHA NO TERMINA

Tanto los recién casados Marco Castillo y Rodrigo Campos, como el diputado Sánchez, coinciden en que hoy es un día histórico y motivo de celebración, pero que la lucha por la defensa de los derechos humanos de poblaciones vulnerables continúa.

«La lucha por los derechos humanos nunca se acaba. Es muy importante entender que este paso normativo no provoca un cambio en el comportamiento de las personas. La lucha no se acaba hasta que las pareja puedan andar libremente y darse muestras de afecto sin sufrir insultos o agresiones», expresó Sánchez.

Castillo comentó que desde la Oficina Interseccional Pro Derechos Humanos seguirá peleando junto a su esposo por los derechos de la población LGBTI y que una de las áreas prioritarias es garantizar opciones de educación y empleo para las personas transexuales.

Otro objetivo será que en Costa Rica se tipifiquen los crímenes por discriminación.

«Estamos en una fecha muy importante pero no es el último capítulo de la lucha», sentenció Castillo.