Personas con tapabocas caminan por una calle este viernes, en Sao Paulo (Brasil). EFE/ Sebastiao Moreira

Redacción Internacional – Gran parte de América amplió este viernes su proceso de desescalada, el mismo día que Brasil alcanzó el millón de infectados por COVID-19, y pese a las advertencias de las autoridades sanitarias sobre la «nueva y peligrosa fase» en la que ha entrado la pandemia.

De las 150.000 infecciones diarias -cifra récord-, «casi la mitad» se contabilizaron en América, dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien sostuvo que «el virus sigue expandiéndose rápido, todavía es mortal y mucha gente es susceptible de contraerlo».

En total, los casos suman 8,36 millones, de los cuales 2,15 millones corresponden a Estados Unidos, en donde la economía despierta.

Así, en Nueva York, el gobernador del estado, Andrew Cuomo, confirmó el ingreso de la Gran Manzana a la fase dos de reapertura el próximo lunes tras hacer «lo que era imposible»: Pasar de tener los peores datos del país a superar la crisis con un ratio de «25 muertes al día».

También en Florida, en donde los casos se incrementaron hoy en 3.822, hasta llegar a los 89.748, los clubes nudistas abrieron al tiempo que la Asociación Médica hizo un angustioso llamado a las autoridades para que exijan el uso de máscaras en lugares públicos.

BRASIL LLEGA AL MILLÓN DE CONTAGIADOS Y SE TEME POR INDÍGENAS

No ajeno a la explosión de cifras, Brasil alcanzó 1.009.699 infectados de COVID-19 y se aproxima a los 50.000 decesos, datos que confirman que es el segundo país en número de víctimas mortales e infectados en el planeta, superado solamente por Estados Unidos.

La enfermedad avanza aceleradamente en el gigante suramericano, en donde el primer caso se detectó el pasado 26 de febrero y aún no llega al pico de su curva de contagios que los especialistas prevén sea en julio.

Sin embargo, la mayoría de los Gobiernos regionales y municipales del país comenzaron los procesos graduales de desescalada de las medidas de distanciamiento social impuestas a mediados de marzo para intentar frenar el virus.

Allí, también hay alarma por los arara, una etnia indígena recientemente contactada, que es la más afectada por la pandemia con cerca de la mitad de su población infectada, según la organización internacional Survival.

COMERCIO TIRA Y AFLOJA

En medio del nerviosismo mundial por posibles rebrotes de la enfermedad y por las imparables cifras en América, miles de colombianos desafiaron hoy al coronavirus y abarrotaron los comercios para aprovechar las ventajas tributarias del primer día sin IVA decretado por el Gobierno para estimular la economía.

La jornada, que presagia una próxima subida en los contagiados, preocupa a muchos sectores toda vez que este jueves el país tuvo un récord diario de 3.171 contagiados y 86 muertos, con lo que los infectados son 60.217, de los que 1.950 han fallecido.

Por contra, las autoridades de Ciudad de México, la zona del país más afectada por la pandemia, anunciaron que se atrasa la reapertura de mercados, restaurantes, hoteles, centros de comerciales y templos religiosos prevista para la próxima semana dado que persisten los contagios.

México alcanzó ayer un nuevo pico diario de casos, con 5.662, que elevaron el balance general a 165.455, además de llegar a 19.747 decesos.

Otro que prefirió dar marcha atrás fue el Gobierno de Costa Rica, que suspendió la reapertura de iglesias prevista para mañana y además endureció la restricción a la circulación de vehículos, luego de registrar 119 casos nuevos, la cifra diaria más alta desde que comenzó la problemática.

ALARMA EN CÁRCELES

El miedo persiste en Ecuador en todos los ámbitos. Por ejemplo, ONG Alianza por los Derechos Humanos denunció que la situación de contagios en los centros de privación de libertad del país es «crítica», y que 727 presos han enfermado y 23 han fallecido.

Un afán similar se siente en Honduras, en donde la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Derechos Humanos (Oacnudh) expresó su preocupación por la salud y la vida de los presos ante el aumento de casos en las cárceles.

El organismo lamentó el fallecimiento de varios reclusos en los últimos días a consecuencia de la pandemia, que en Honduras deja 343 decesos y 10.739 enfermos, ya que la Penitenciaria Nacional, ubicada en el extremo norte de Tegucigalpa, tiene 122 enfermos, según cifras oficiales.

Igualmente, la muerte de un reo con síntomas de la COVID-19 provocó este viernes un motín en la cárcel de la ciudad boliviana de Sucre, que fue controlado por la Policía.

Los reos reclamaron mejoras en la atención médica tras el fallecimiento de su compañero, que se suma a los hasta ahora 697 decesos en la nación andina.

LLEGAN LAS AYUDAS A LATINOAMÉRICA

Ante el imparable aumento de víctimas en Latinoamérica y los pocos recursos para atenderlos, los organismos internacionales han empezado a movilizarse.

Tal es el caso del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que desembolsó 280 millones de dólares para Ecuador, como parte de los 700 millones que había comprometido como apoyo presupuestario para solventar la emergencia desatada.

En el mismo sentido un avión de la ONU con 94 toneladas de suministros médicos y de higiene llegó hoy a Venezuela para reforzar el sistema de salud, mejorar el acceso a agua potable para miles de familias y apoyar áreas como la salud sexual y reproductiva de un pueblo que sufre de hambre y desabastecimiento de implementos de aseo desde antes de que el coronavirus castigara al mundo.