Washington – Cuatro de cada cinco muertes relacionadas con el embarazo en Estados Unidos entre 2017 y 2019 podrían haberse evitado, indicaron este lunes los Centros para el Control de Enfermedades (CDC).
Su informe, con datos de esos años, apunta que el 21,6 % de los fallecimientos vinculados con el embarazo tuvieron lugar durante la gestación, el 25,2 % el día del parto o en la siguiente semana y el 53,3 % entre los siete días y el año posterior.
«La mayoría eran evitables, lo que subraya la necesidad de mejorar las iniciativas en los estados, hospitales y comunidades, para garantizar que la gente que está embarazada o de posparto recibe el cuidado adecuado en el momento justo», indicó en un comunicado la directora de la división de Salud Reproductiva de los CDC, Wanda Barfeild.
Esos centros analizaron los fallecimientos de 1.018 residentes en 36 estados del país, la mayoría de los cuales (82 %) se produjeron en zonas urbanas.
En esas muertes, las seis causas subyacentes más frecuentes fueron problemas de salud mental (22,7 %), incluidos suicidios o sobredosis; hemorragias (13,7 %); problemas cardíacos o coronarios (12,8 %); infecciones (9,2 %); embolias (8,7 %); miocardiopatías (8,5 %) e hipertensión (7 %).
Esos motivos variaron por grupos étnicos: los problemas cardíacos y coronarios encabezaron los fallecimientos entre las personas negras no hispanas, las alteraciones mentales entre las hispanas y las blancas no hispanas y las hemorragias entre las asiáticas.
Del grupo analizado, el mayor número de muertes se produjo entre las mujeres blancas no hispanas (46,6 %), seguidas de las negras no hispanas (31,4 %) y de las hispanas (14,4 %), la mayoría de ellas entre 30 y 34 años de edad (29,3 %), seguidas de aquellas que tenían entre 25 y 29 (22,4 %).
Los CDC califican de muerte relacionada con el embarazo aquella producida durante la gestación o en el año posterior a que finalizara por complicaciones durante la misma o por el agravamiento de una condición no relacionada pero impulsada por los efectos del embarazo.