Tegucigalpa – Oficializada ya una leve desaceleración de la economía nacional, la interrogante de los economistas, empresarios y otros sectores es saber si la misma se profundizará en lo que resta del año ya que el clima muestra nubarrones tanto en el panorama externo como el interno.
El Banco Central de Honduras (BCH, emisor) oficializó la desaceleración al revisar a la baja el crecimiento de la economía en 0.3 por ciento, al rebajarla del rango 3.3-3.7 por ciento al 3.0-3.4 por ciento para el 2019.
El BCH señaló que las bases de la desaceleración se deben a una menor inversión pública y del sector privado, así como a una menor actividad de la manufactura y agricultura.
Igualmente, el Programa Monetario revisado señala una baja en las importaciones de bienes en relación con el año pasado, así como menores exportaciones.
Como en años anteriores la economía hondureña muestra fortaleza en los sectores financieros y de telecomunicaciones, así como la mejora continua en el monto de las remesas familiares, lo que convertirían a los tres rubros en la base de la economía nacional.
El sector máquila registra un crecimiento saludable
Los dirigentes del sector maquilador también han indicado que el rubro muestra un crecimiento saludable y que se registran alzas en las inversiones.
En la recién concluida Reunión de Empresarios de Mesoamérica, se anunció inversiones de más de 100 millones de dólares en el sector maquilador.
Mario Canahuati
Lo anterior fue confirmado después por el presidente del sector maquilador, Mario Canahuati, que señaló que las nuevas inversiones serán de 122 millones.
La maquila es de los pocos rubros que genera empleos en la economía y en el presente año se espera que los mismos superen las 10 mil nuevas plazas, para una suma que supera los 160 mil puestos de trabajo para todo el rubro.
Pero algunos advierten que el país puede entrar en recesión, algo que no sucede en 10 años, de continuar las tendencias económicas, bajos precios del café, aceite de palma, banano y otros productos claves en la economía nacional.
Igualmente, la crisis en el sector agrícola, con una baja en la producción de granos básicos superior al 50 por ciento según los productores y algunos miembros gubernamentales, podría ser otro elemento que lastre el crecimiento económico.
Luces rojas en la economía mundial
Los cuatro meses que faltan para concluir el 2019 son claves para que el país mantenga su nivel de crecimiento económico, el cual se estima será del 3.0-3.4 por ciento, según la revisión del Programa Monetario del BCH.
Aunque no se ha planteado, no se descarta que el país deba revisar de nuevo la meta de crecimiento económico, si el entorno internacional continúa agravándose.
Las cuatro principales economías del mundo (Estados Unidos, China, Japón y Alemania por su orden) han dado señales en los últimos días que se preparan para una recesión, ya que todos están alistando una batería de medidas para contrarrestar una contracción.
Esta semana los mercados de Nueva York se vieron agitados, y con ello las bolsas mundiales, al divulgarse que el mercado de bonos registró por tercer mes consecutivo la curva de Yield o “invertida”, lo que desató el pánico entre los inversionistas.
La curva de Yield es el más conocido indicador que los nubarrones de la recesión se aproximan a los países. La curva se mantuvo invertida durante las últimas siete recesiones que ha conocido el mundo.
La curva Yiel o la de rendimiento “invertida” ocurre cuando las tasas de los bonos a dos años superan a las de 10 años, un indicador que los inversionistas observan riesgo a corto plazo y no a largo plazo.
La prensa estadounidense informó esta semana que la Casa Blanca está estudiando una reducción de impuestos en los salarios de los trabajadores, a fin de que estos tengan mayor dinero y mantener la dinámica del consumo, un instrumento para evitar la llegada de la recesión. El gasto del consumidor es el motor de la economía norteamericana.
Mientras el Banco Popular (emisor) de China también activó una rebaja de impuestos y elevó el gasto público en infraestructura, además de facilitar el crédito para empresas y familias, siempre con la intención de mantener el consumo en pie.
Japón mantiene desde hace años su política de gasto público expansivo para evitar su casi permanente estancamiento económico.
Alemania, el campeón mundial en contención del gasto estatal, dio el grito de alerta al mundo cuando el gobierno de la canciller Angela Merkel anunció que prepara un paquete de gasto público, cargado a la deuda, de 50 mil millones de euros, tras conocerse que entró en terreno de recesión al crecer un anémico 0.1 por ciento.
Los alemanes son la locomotora de la economía europea y entrar en etapa de recesión implicaría que Europa también sería afectada por su comportamiento productivo.
Y si la economía no ayuda a los europeos, la política está dispuesta a dar el golpe final, tras conocerse la determinación del primer ministro británico, Boris Johnson, de seguir con su Brexit duro o sea la salida del bloque económico de la Unión Europea sin acuerdo con sus socios comerciales.
Para ello, Johnson pidió a la reina Isabel II que suspenda el parlamento británico y con ello evitar una maniobra legislativa que bloquearía una salida no negociada de Londres de la Unión europea.
A nivel regional, la economía mexicana, un socio comercial importante de Honduras, también muestra debilidad, a pesar de lo señalado por el presidente Andrés Manuel López Obrador que la misma tendrá un crecimiento sólido.
Justamente este domingo 1 de septiembre, Estados Unidos y China activaron los aranceles que se aplicaron mutuamente, elevando la intensidad de la guerra comercial entre los dos gigantes económicos, de ahí que las esquirlas de las batallas del comercio se esparcirán por el mundo, hiriendo a muchas economías de países pobres que luchan por no desfallecer.