La Habana – Cuba recibió este martes a 48 migrantes irregulares deportados en un vuelo procedente de Estados Unidos, con los que ya son 1.030 los insulares devueltos desde varios países de la región en 65 operaciones de retorno realizadas en lo que va de 2024, según informaron medios oficiales.
De este grupo de migrantes -integrado por 43 hombres y 5 mujeres- 7 habían abandonado la isla ilegalmente por la vía marítima, aunque la mayoría salió de manera legal y después se incorporaron a rutas irregulares para llegar a la frontera estadounidense, de acuerdo con un comunicado del Ministerio del Interior (Minint).
Uno de los devueltos «fue detenido porque al salir ilegalmente del país, se encontraba requerido por los órganos de justicia», añade la nota.
El pasado viernes, otros 41 migrantes irregulares cubanos fueron devueltos por el Servicio de Guardacostas de los Estados Unidos (USCG) a través del puerto de Orozco, en la provincia de Artemisa, luego de interceptarlos en el Estrecho de la Florida.
Los Gobiernos de La Habana y Washington tienen un acuerdo bilateral para que todos los migrantes que lleguen por mar al territorio estadounidense sean devueltos a Cuba.
También reanudaron en abril de 2023 los vuelos de deportación, principalmente para personas consideradas «inadmisibles» tras estar retenidas en la frontera de EE.UU. con México.
De acuerdo con un reciente informe de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) estadounidense, en junio fueron 17.563 los cubanos que llegaron a Estados Unidos, la menor cantidad durante un mes calendario del actual año fiscal 2024 que comenzó en octubre pasado.
Según sus datos, con esa cifra sumaron 180.925 los cubanos que han ingresado en EE.UU. en los últimos nueve meses y calcula que de mantenerse ese ritmo, al término del año fiscal (septiembre de 2024) entrarían alrededor de 245.000 cubanos.
Desde principios de año también fueron deportados cubanos en vuelos comerciales desde Islas Caimán, Bahamas y República Dominicana.
Cuba registra en los últimos tres años un éxodo migratorio sin precedentes tanto por el volumen de migrantes como por su extensión temporal debido a la grave crisis económica con frecuentes cortes eléctricos, escasez de productos básicos, medicinas y combustible, inflación y una dolarización parcial de la economía.