Tegucigalpa – María Paula Alvarado, originaria de La Lima, Cortés, es una de las personas que conforma la nueva caravana migrante originada en Honduras, su motivación es encontrar una mejor vida después de perderlo todo a causa de los efectos de las tormentas tropicales Eta y Iota.

– Damnificados y núcleos familiares denotan crecimiento en los flujos migratorios originados en Honduras.

– Tanto Guatemala y México han advertido que no permitirán el ingreso a personas que no cumplan los requisitos de ley.

Esta hondureña es una de los miles de damnificados en Honduras a causa de los meteoros climatológicos, este perfil se repite entre los integrantes del nuevo éxodo de hondureños.

Aunque las autoridades no han precisado la cifra de los integrantes de la caravana, algunos medios locales han reportado que la misma está conformada por más de 2 mil hondureños.

Alvarado expresó que se va porque en Honduras ya no tiene nada, su casa fue destruida en una de las inundaciones que se suscitó en la Lima.

Varios barrios y colonias del municipio de La Lima, Cortés, fueron destruidos casi en su totalidad por las inundaciones registradas tras el paso de las tormentas tropicales.

“Carlos”, otro hondureño que participa en la caravana, contó que ya no tiene nada en Honduras y ha intentado emplearse pero no ha logrado éxito.

 Su motivación es ayudar a su familia que permanece en uno de los albergues habilitado por el gobierno hondureño para atender a los damnificados.

El joven de 25 años exteriorizó que le aguarda un camino difícil para llegar a Estados Unidos, pero debe hacerlo por su familia.

 Al igual que estos dos hondureños decenas más son empujados a emigrar de forma irregular tras perder su casa a causa de las tormentas tropicales Eta e Iota.

Darling Álvarez, de 26 años, originaria del Triunfo de la Cruz, departamento de Atlántida, en el Caribe hondureño, dijo a periodistas de la agencia Efe que se va en la caravana, con su hija de siete años, «por falta de empleo y oportunidades».

«Soy madre soltera, mi hija no tiene padre, en el Triunfo de la Cruz no hay empleo, mi mamá trabajaba vendiendo cocos para poder mantenernos», relató con los ojos inundados de lágrimas.

Añadió que «hasta sexto grado de educación pude llegar, porque mi mamá nunca tuvo para que yo pudiera seguir mis estudios», en una familia en la que son cinco hermano».

Darling dijo que ella solo lleva su carné de identidad, y de su hija una partida de nacimiento, requisito que, al menos para la niña, no es suficiente para cruzar a Guatemala.

La migrante expresó que no sabe hasta dónde llegará en la caravana, y que aunque la idea es llegar a Estados Unidos, donde no tiene familiares, el asunto es «llegar hasta donde Dios quiera».

Los núcleos familiares son otro perfil que denota crecimiento en el flujo migratorio desde Honduras.

Todos los migrantes de la caravana aspiran a llegar a EEUU aunque antes deben transitar por Guatemala y México quienes han advertido que no permitirán el ingreso a personas que no cumplan con los requisitos de ley como presentar una prueba negativa a coronavirus.