Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – De Belén a Suyapa, así se llama la muestra de los nacimientos que se exhiben en la Basílica Menor de Suyapa en Tegucigalpa y que rememoran la llegada al mundo de Jesús, el Redentor del Universo, para la fe cristina.

Es una colección que muestra figuras de cerámica, maché, barro, madera, metal, cristal, semillas, mármol, orfebrería y pintura, estas semipreciosas y un sin fin de materiales moldeados por manos de artísticas.

La exposición puede ser apreciada desde la parte media hasta la entrada principal de la basílica, donde una imagen de la Virgen de Suyapa, que replica su figura original, es como el símbolo inicial para dar la bienvenida a quienes llegan a visitar la colección de nacimientos.

Igualmente se muestra en la exposición una serie de láminas que dan detalles de la enunciación hasta el nacimiento de Jesús y cuyos detalles pueden ser encontrados de forma digital mediante el uso de un código QR disponible.

800 años de la creación del primer pesebre

La exposición de pesebres que conmemoran el nacimiento del niño Jesús, “desde Belén a Suyapa”, honrando así la tradición cristiana que dio inicio hace 800 años con San Francisco de Asís en un pueblo llamado Greccio, Italia.

Este año se conmemoran los 800 años del primer pesebre que realizó San Francisco de Asís para la nochebuena del año 1223 en una cueva cercana a la ermita de Greccio.

La muestra incluye unos 75 nacimientos elaborados en barro, madera, yeso, tela y vidrio, que han sido elaborados dentro y fuera del país, muchas de ellas han acompañado a las familias hondureñas por generaciones, otras, son parte de los tesoros de las parroquias hondureñas.

“Casa pesebre que contemplamos en esta exposición es signo visible de la fe en tantos hombres y mujeres que con sus manos y creatividad han creado las más bellas figuras para representar la sagrada familia de Nazaret”, destaca el rector de la Basílica de Suyapa, Carlo Magno Núñez.

La Basílica luce hermosa

Instalada en la entrada principal del templo mayor, la muestra sorprendió a los primeros feligreses que llegaron en las primeras horas después de haber sido inaugurada.

La exposición, que cuenta con obras de todos los tamaños, estará abierta al público por 22 días, hasta el próximo 15 de diciembre.

Reina María Arqueta, una feligresa que llegó a la misa matutina un día después de la inauguración, la muestra le transmite “una alegría enorme ver el nacimiento del niño Jesús lleno de tantas cosas bonitas aquí en la Basílica”.

Para la capitalina Reina Valle, la exposición de estos nacimientos, con tantas historias detrás de cada pieza que la conforman, hacen lucir hermosa la Basílica.

“Estoy encantada, fascinada, con ver los diferentes tipos de nacimientos, invito a todo el pueblo para que traiga sus niños y para que instruyamos a los niños en el camino de Dios para que tengamos otro tipo de sociedad, hagamos crecer el amor entre la familia”, expresó.

El nacimiento de una tradición

La exposición está conformada por seis estaciones, desde la creación de la humanidad, pasando por la profecía de Isaías, la preparación de la venida del Salvador del mundo por Juan Bautista, los abuelos de Jesús, su anunciación a María y su crecimiento en sabiduría y gracia.

El vicario de la Basílica de Suyapa, José Antonio Chavarría reseña que en el año de 1223 en Italia, en una ciudad llamada Greccio, a unos 50 kilómetros al norte de Roma, San Francisco de Asís tiene la brillante idea de poner unas imágenes que quisieran hacer la memoria del acontecimiento narrado en el evangelio de Mateo y Lucas.

Un día, durante sus peregrinaciones por los pueblos, San Francisco de Asís se sorprendió al descubrir un lugar tan parecido a Belén, se trataba de Greccio, un pequeño pueblo encaramado en la montaña a 750 metros de altura, en las faldas del Monte Lacerone, que actualmente es la provincia de Rieti, en la frontera con Umbría.

Francisco identificó una cueva, similar a la de Tierra Santa, entonces decidió recordar la Natividad allí. Recreó la escena del nacimiento de Cristo con una ceremonia bastante especial, misma que incluía la Santa Misa y que celebró en el interior de la cueva.

“Esta tradición se fue extendiendo de tal manera que se empieza a utilizar en diferentes parroquias y también en las familias, en los hogares se toma esta costumbre de poner un nacimiento, un Belén, un misterio, depende de cómo se le llame en sus casas, para recordar el hecho narrado en los evangelios sobre el nacimiento de Jesús”, detalla el padre Chavarría.

Este año que se conmemoran los 800 de esta historia, el vicario de Suyapa expresa que confía que en cada familia se siga manteniendo esta tradición, no solo para tener una imagen decorativa sino “para que sea un lugar donde la familia recordando que Dios nos ha amado para salvarnos en su hijo, puedan hacer oración y se pueda dar gracias por este acontecimiento santifico”.

El espíritu de la Navidad

La iglesia señala que no se conoce exactamente el día del nacimiento de Jesús, ya que los datos cronológicos no son exactos y las fuentes históricas no mencionan fechas, como es el caso de la Biblia.

Sin embargo, el Papa Julio I estableció la fecha del 25 de diciembre, día próximo a muchas fiestas del solsticio de invierno para la iglesia de Oriente, fijando así la solemnidad de Navidad en esta fecha.

Con anterioridad los romanos también llevaban a cabo sus celebraciones los días del 17 al 23 de diciembre, en unos días festivos en los que el arte de la cocina tenía un protagonismo importante y el día 25 de diciembre era la fiesta pagana de la exaltación del sol.

Pasaron 345 años desde el nacimiento de Jesús hasta que la Navidad fue oficialmente reconocida por la iglesia católica. La acción de dos santos, Juan Crisóstomo y Gregorio de Nacianceno, fue decisiva para que finalmente se declarara como fecha del nacimiento de Jesús, el día 25 del mes de diciembre.

Los nacimientos o pesebres forman parte de esta tradición navideña, referentes a la fecha en que se colocan en los hogares, la feligresía católica lo monta el 8 de diciembre, día de La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María y colocan al niño Jesús, el 25 de diciembre en el pesebre.

Una experiencia de fe

El padre Carlo Magno refiere que el nacimiento del Señor inspira a las personas a vivir la navidad desde la caridad, desde el perdón, desde la comunión.

“Desde Belén, pasando por Greccio, y hoy llegando a Suyapa, el nacimiento del Señor nos inspira a vivir la navidad desde la caridad, desde el perdón, desde la comunión, de tal forma que esta hermosa época del año, sea para los cristianos, y en especial para los que nos visitan, una verdadera experiencia de fe”, indica el guía espiritual.

El padre Magno también afirma que esta época navideña también es propicia para que cada uno reflexione sobre el misterio que está expuesto ante nosotros: El Hijo de Dios hecho hombre por nuestra salvación.

Proceso Digital comparte con sus internautas las imágenes de la colección de nacimientos que hacen percibir la festiva fecha que da origen a la Natividad. VC