Redacción deportes.- El delantero hondureño del Cádiz Anthony Rubén ‘Choco’ Lozano ha tomado el relevo del gran ídolo del cadismo, el salvadoreño Jorge ‘Mágico’ González, al ser el autor del segundo triplete en la historia cadista tras el logrado por el Mago de El Salvador hace treinta y cinco años ante el Racing de Santander.
El ‘hat trick’ logrado en la noche de ayer por el Choco ante el Villarreal en La Cerámica, que no sirvió finalmente para lograr la victoria por el empate sobre la bocina de los castellonenses, obra del neerlandés Arnaut Danjuma, sucede en los anales del Cádiz al de Jorge Alberto González Barillas en 1986.
Ese gol ha quedado grabado en la memoria del cadismo como uno de los mejores de su historia y el propio portero del Racing ese día, Pedro Alba, felicitó a Mágico después de la vaselina perfecta que siguió a una sucesión de regates y quiebros que fue dejando rivales atrás.
«Fui salvando obstáculos según las piernas que me salían y buscando hueco para tirar. Sólo me creí que era gol cuando la pelota superó al portero”, confesó en su día el mago de El Salvador, a quien ahora sucede como autor del segundo triplete del Cádiz el Choco Lozano, aunque en éste quedó un regusto agriculce por no ir acompañado de los tres puntos.
El ariete cadista, nacido hace 28 años en Yoro, confesó al término del partido ante el Villarreal que, pese a sus «buenas sensaciones a nivel personal» por su partido, cambiaría sus tres goles por los tres puntos, «pero es lo que hay».
El Choco hizo gala de su amplio repertorio ante el gol ante el Villarreal, aunque su precisión y sentido del desmarque en los tres goles no sirvieron a los de Álvaro Cervera para lograr los tan ansiados tres puntos que le hubieran supuesta un balón de oxígeno en la delicada situación en la que se encuentran.
No obstante, la actuación del Choco ratifica una vez más el papel protagonista del punta hondureño en los esquemas del entrenador cántabro desde que llegó al Ramón de Carranza, hoy Nuevo Mirandilla, cedido por el Girona en septiembre de 2019 y fue clave en el ascenso a Primera de los cadistas.
Formado de niño en el Marathón y el Platense Junior, hasta fichar por el Olimpia, dio el salto a España en 2011 al contratarlo con 18 años el Valencia, que lo cedió al Alcoyano antes de pasar al filial valencianista, tras lo que retornó a su país para jugar de nuevo en el club de Tegucigalpa.
De vuelta en España, al ser cedido en 2015 al Tenerife, con el que marcó diez dianas en cada una de las dos temporadas que estuvo en el equipo canario, lo que le sirvió para fichar en el verano de 2017 por el FC Barcelona para su filial y un años más tarde por el Girona antes de recalar en la Tacita de Plata.