Roma – Del afortunado sorteo con lanzamiento de la moneda para dirimir el pase a la final de la Eurocopa de 1968, que acabaría con victoria de Italia ante Yugoslavia, al penalti a lo Panenka marcado por Francesco Totti en 2000 o el doblete de Mario Balotelli a Alemania en 2012: la selección «azzurra» cuenta con una larga tradición en las semifinales del torneo continental, a la que añadirá este martes una nueva página con su duelo con España.

La selección de Roberto Mancini peleará en Wembley con el equipo de Luis Enrique por un billete para la final y por seguir alimentando el sueño de levantar un trofeo que le falta desde 1968.

En aquel torneo, disputado en Italia, el equipo entonces entrenado por Ferruccio Valcareggi, con jugadores como Dino Zoff, Giacinto Facchetti, Sandro Mazzola o Gianni Rivera, no pasó del 0-0 en las semifinales del estadio San Paolo de Nápoles contra Unión Soviética.

Todavía no estaban previstos los penaltis y, para romper el empate, se procedió con un sorteo. Se lanzó una moneda al aire y la fortuna sonrió al equipo que dirigía Valcareggi, que en la final doblegó 2-0 a Yugoslavia tras un doble partido (el primero acabó 1-1).

Italia regresó al escenario de una semifinal europea veinte años después, en 1988, cuando se rindió ante la Unión Soviética (0-2), en un torneo en el que se coronó la maravillosa generación de Holanda con un Marco Van Basten al frente con sus cinco goles.

Mucho más intensa fue para Italia la semifinal de 2000 contra Holanda, que se decidió en la tanda de penaltis tras el 0-0 de los 120 minutos.

Italia contaba con un equipo de primer nivel, con Paolo Maldini, Fabio Cannavaro, Alessandro Nesta, Demetrio Albertini, Francesco Totti, Alessandro Del Piero o Filippo Inzaghi.

Ese encuentro entraría en la historia por el penalti transformado a lo «Panenka» por Totti y por las tres paradas del meta Francesco Toldo que enviaron a Italia a la final.

Si los recuerdos de las semifinales son agradables para Italia, los de la final son de los peores.

Por delante en el marcador hasta el minuto 90 gracias a un gol de Marco Del Vecchio, Francia empató de la mano de Sylvain Wiltord y se llevaría el trofeo con el «gol de oro» de David Trezeguet.

Una cicatriz en la historia de Italia por la que los «azzurri» se vengaron seis años más tarde con el triunfo en la final del Mundial en la tanda de penaltis.

La última vez que Italia jugó una semifinal de una Eurocopa fue en 2012, cuando Mario Balotelli, probablemente en el mejor partido de su carrera, firmó a sus 22 años un contundente doblete para el triunfo 2-1.

Tampoco en esa ocasión Italia pudo ganar el trofeo, pues fue arrollada por España en la final (0-4). La Roja cerraría un cuatrienio de leyenda en el que ganó dos Eurocopas y el primer Mundial de su historia.

Nueve años después, Italia y España volverán a verse las caras en un gran clásico de la Eurocopa, pues se han enfrentado en los últimos cuatro torneos continentales. (ag)