Fotografía cedida este domingo por Pantaya en la que se registró a la actriz mexicana Ana de la Reguera, al posar frente a la colina que identifica a Hollywood (California, EE.UU). EFE/Pantaya

Miami – La actriz mexicana Ana de la Reguera confesó en una entrevista con Efe que «Ana», su nueva y reveladora serie, ni representa su salida del clóset ni su amor por la marihuana. Tampoco se trata de una bioserie, sino de la expresión de las cosas que le inquietaban y la agobiaban hace seis años, cuando le nació la idea.

«Yo diría que tiene 50 y 50 por ciento de realidad y ficción», matizó la artista de 42 años, quien es la creadora, guionista, productora ejecutiva y protagonista de esta comedia que será estrenada el 20 de abril por Pantaya y Comedy Central.

Y es que esta historia promete mucha polémica y dará mucho «de qué hablar» de su vida. En ella, la estrella explora el pansexualismo, el lesbianismo, el consumo de marihuana y las realidades del cuerpo femenino, al contar con humor cómo una mujer «experimenta una adolescencia tardía» cuando está por cumplir 40 años.

«Tengo cierto temor sobre lo que dirá mi familia cuando la vea», dijo la artista, aunque entre tantas «revelaciones» y paralelismo con su vida las opiniones del resto, en especial ciertos medios, no le inquietan.

«Siempre va a haber gente que va a sacar las cosas de contexto», completó la actriz a través de la aplicación Zoom desde su casa en Los Ángeles (EE.UU.), donde está enclaustrada por la actual pandemia del coronavirus.

CONOCIENDO A ANA

El personaje que De la Reguera creó para su serie es muy similar a ella: Una actriz que vive entre las ciudades de Veracruz y Ciudad de México y Los Ángeles. La dicotomía de su situación laboral es producto de la necesidad de ganar dinero.

«Cuando nació la idea de la serie, hace seis años, estaba en un momento complicado laboralmente hablando», reconoció. Llegó hasta a pensar en renunciar a su sueño de seguir trabajando en Estados Unidos.

La Ana de la ficción está constantemente preocupada por dinero y angustiada por las elecciones profesionales que eso le obliga a tomar. En la serie, a la que Efe tuvo acceso, se le ve debatiendo si debe firmar un contrato para ser la imagen de una empresa mexicana que fabrica un producto que ayuda a los intestinos.

En Hollywood llega hasta a acudir a un negocio de bronceado artificial, para obtener el color de piel más oscuro que esperan los productores de una latina.

«La anécdota que se ve en la serie no ocurrió, pero sí tiene cosas que yo viví en la vida real. Sí fui a que me hicieran ‘spraytan’ (bronceado con aerosol), sí he ido a una audición vestida como yo veía el personaje, mientras que las otras latinas iban supersexy, bellísimas», contó De la Reguera.

Otro tema recurrente en esta serie es una idea muy arraigada en De La Reguera por su madre, esa de que el hombre ideal se resume en el término»“Chec, Chic, Choc».

En «Ana», la protagonista mantiene tres relaciones íntimas en paralelo: una con una mujer y las otras dos con hombres, pero ninguno la hace completamente feliz.

«Mi mamá me decía, de verdad, que la receta era Chec (el del dinero), Chic (el sofisticado) y Choc (el compatible en la cama)», explicó, al asegurar que, en esta historia, el novio de México es el Chec, el de Estados Unidos es Chic y la chica es el Choc.

«Esto no quiere decir que estoy saliendo del closet, ni que crea en eso», aseveró entre risas, aunque está convencida de que el hombre perfecto no existe.

«Tampoco la mujer ideal, yo no soy perfecta tampoco. Ninguna mujer lo es», reconoció.

LA DELGADA LÍNEA ENTRE LA FICCIÓN Y LA REALIDAD

«Algunas cosas las viví y otras no. Algunas experiencias las agrandé, otras las minimicé, pero en cada episodio hay elementos de cosas que creo que debemos discutir», añadió la estrella, reconocida por su trabajo en series como «Capadocia» o «Narcos» y películas como «Nacho Libre», además de muchas telenovelas.

Lo que sí es verdad es que tanto ella como su personaje vivieron una adolescencia cuando ya eran adultas, pues De la Reguera comenzó «a trabajar cuando era muy joven» y no tuvo ‘tiempo y espacio» para, como dice, encontrarse a ella misma «de verdad».

En esta serie, también destaca esa relación cercana de la Ana de la serie con su familia, un reflejo de lo que ocurre en la vida real.

«Mi hermana y mi papá hacen los papeles de sí mismos», contó De la Reguera, sobre la fuerte relación que la une con su sus parientes más cercanos.

«Mi mamá es una mujer muy fuerte y la relación con ella es muy importante y compleja en la serie. Por eso preferí que la hiciera una actriz profesional», añadió.

En la historia, precisamente, Ana tiene a su madre en su cabeza constantemente, quien la regaña cuando se sale del comportamiento de «mujer decente», en su mente canta, baila y hasta parece controlarla por momentos.

Como parte de esa adolescencia tardía, la Ana de la ficción rompe con la madre, lo que para la artista representa la liberación para encontrarse a sí misma.

Por eso «no hicimos una historia de amor. Es una historia de autodescubrimiento. Eso de perderse para encontrarse», finalizó.