Un agente de la Guardia Civil observa a inmigrantes marroquíes llegados a nado este lunes a Ceuta. EFE/ Reduan Dris

Beliunes (Marruecos) – Decenas de jóvenes, la mayoría adolescentes, se dirigen en este momento a pie y por carretera hacia la ciudad de Ceuta con la esperanza de poder cruzar a España como hoy hicieron 2.700 personas, en una avalancha de emigrantes sin precedentes y ante el silencio de las autoridades marroquíes.

Según pudo constatar Efe en la carretera entre Tánger y Ceuta (unos 50 kilómetros), pequeños grupos de adolescentes marroquíes, y en menor medida de jóvenes subsaharianos, caminan en horas nocturnas, con la intención de llegar a Ceuta y atravesar la frontera sin impedimentos, como fue el caso durante toda la jornada.

Los jóvenes pasaron incluso junto a puestos de la Gendarmería Real marroquí, que no hizo el menor movimiento para impedir su marcha o detenerlos, cosa que podrían haber hecho alegando al menos el vigente toque de queda nocturno en todo el país.

Los adolescentes eran todos marroquíes de la región de Tánger o Tetuán, a juzgar por su acento, mientras que los subsaharianos procedían de diversos países, pero a todos los unía un mismo objetivo: atravesar la frontera de Ceuta por el norte o el sur ante la facilidad que habían encontrado otros antes que ellos en las horas previas.

El gobierno español ha enviado a 200 agentes suplementarios a Ceuta (150 policías y 50 guardias civiles) para reforzar el control fronterizo, además de personal específico de la Policía Científica y de Extranjería y Fronteras para agilizar los trámites de devolución en aplicación del acuerdo con Marruecos de 1992, aunque ese acuerdo se ha aplicado con cuentagotas.

Ante la ausencia de una explicación por parte del gobierno marroquí o sus fuentes oficiales, el portal web Ledesk.ma no dudaba de que la avalancha migratoria tiene una explicación: «Es consecuencia de la crisis entre Madrid y Rabat sobre el caso de Brahim Ghali».

Con ello, el portal se refiere a la hospitalización en España del líder del Frente Polisario saharaui, internado en un hospital de Logroño por coronavirus, una hospitalización justificada por España por «motivos humanitarios» y que Marruecos ha criticado en los términos más enérgicos en las últimas semanas.

El ministro de Exteriores de Marruecos, Naser Burita, se preguntó en una reciente entrevista con Efe si España estaba dispuesta a sacrificar sus relaciones con España por el caso Ghali, incluso en sus aspectos económicos o migratorios, y recordó que la relación bilateral «no puede ser a la carta».