Asunción – Defensores del Pueblo iberoamericanos expresaron este miércoles su preocupación sobre los «efectos devastadores del cambio climático» y la contaminación en los derechos humanos de las poblaciones más vulnerables y los pueblos indígenas, al tiempo que alertaron sobre las amenazas a la vida de los activistas que los promueven.

«Debemos considerar que la lucha contra el cambio climático es también una lucha por los derechos humanos, el derecho de los pueblos originarios, la protección de la tierra y los recursos naturales», dijo el defensor del Pueblo de Paraguay, Rafael Ávila, en el acto de inauguración de la XIX Asamblea General de la Federación Iberoamericana del Ombudsperson (FIO), que se realiza en Asunción hasta el jueves.

El también presidente de la FIO aseguró que en el encuentro, que reúne a representantes de las Defensorías del Pueblo de 22 países, se abordarán «temas urgentes» sobre la protección del planeta, el acceso al derecho humano al agua, pero también el reto de erradicar la violencia contra la mujer y la vulneración de derechos de los pueblos originarios.

«Estamos aquí para intercambiar ideas, fortalecer lazos y diseñar estrategias conjuntas que nos permitan avanzar en la protección de los derechos humanos en un entorno cada vez más complejo», afirmó.

También, participó del encuentro la adjunta segunda del defensor del Pueblo de España, Patricia Bárcena, quien expresó a EFE que su país actualmente está viviendo «las consecuencias del cambio climático», al referirse al intenso temporal del martes que ha dejado al menos 70 muertos en las regiones españolas de Valencia (este) y Castilla-La Mancha (centro).

«Toda la ciudadanía tiene que ser consciente que nuestra actuación individual y global, empresarial, es la productora en gran medida de estos cambios, de estos desastres, que no son tan naturales», advirtió.

La funcionaria explicó que estas catástrofes son consecuencia de un sistema económico que ha quitado el foco del bienestar común.

«En un mundo globalizado o cambiamos la forma de vida, el modelo de vida, en cierta manera, y desde lo más pequeño, lo más micro e individual, hasta lo más colectivo, o si no va a ser difícil que esto revierta», aseveró.

Por su parte, la procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador y vicepresidenta primera de la FIO, Raquel Caballero, denunció a EFE que es «muy preocupante» las amenazas a la vida de los defensores de derechos humanos en la región e instó a los Estados a darles protección.

Caballero criticó que «defender los derechos» ha afectado a los líderes que ejercen esta labor, por lo que calificó la situación de «preocupante», debido a los constantes «asesinatos» de estos defensores, a lo que también se suman los propios defensores del pueblo, que en muchas ocasiones también son «blancos de ataque».

«Obviamente estamos en una situación de retroceso, pero también como defensores del pueblo estamos listos, alzando la voz por los que no tienen voz, alzando la voz, alzando la alerta», destacó.