Tegucigalpa (Especial Proceso Digital/Isis Rubio) – La deforestación en las zonas de amortiguamiento de la Biosfera de Río Plátano causa preocupación entre los grupos indígenas de la zona que buscan la protección de la reserva de vida y organizaciones ambientalistas. Mientras otros venden sus parcelas, generando una invasión masiva en ese sector protegido del país y la construcción de carreteras alimenta los daños de una zona patrimonial de la humanidad.

-“Hasta por mil lempiras están vendiendo la manzana de tierra”, señala edil de Dulce Nombre de Culmi

Hay división entre los consejos territoriales, sostiene el alcalde de Wampusirpi.

– Fiscalías de Etnias y Ambiente investigan las denuncias en la zona.

Grupos indígenas de la región de La Mosquitia de Honduras han alzado su voz para denunciar los severos daños que sufre la Biosfera del Río Plátano, patrimonio de la humanidad, donde la construcción de carreteras y la deforestación de la zona, que se han incrementado durante la pandemia. Es importante decir que este sábado 5 de junio se celebra paradójicamente el Día Mundial del Medio Ambiente.

Mientras el narcotráfico no deja tregua a la región en la que los narcovuelos y las operaciones contra el narcotráfico desnudan que Gracias a Dios sigue siendo tierra fértil para el tráfico, procesamiento y bodegaje de drogas.

En este 2021 se han incautado siete narcoavionetas, seis de ellas en La Mosquitia.

En lo que va del año siete narco aeronaves han caído en Honduras, de ellas seis en Gracias a Dios mientras que ocho narcopistas han sido destruidas, seis en La Mosquitia hondureña.

Uno de los problemas denunciados por los grupos indígenas es la apertura de carreteras interdepartamentales que atraviesan las reservas de las Biosferas Tawahka-Asagni y Río Plátano que comunica los departamentos de Colón y Olancho y que colindan con Gracias a Dios, en La Mosquitia, en el oriente del país, indicaron seis consejos indígenas y la Federación Indígena Tawahka de Honduras (Fith), en un pronunciamiento público.

En este 2021 se han inhabilitado ocho  narcopistas, seis de ellas en La Mosquitia.

La Biosfera del Río Plátano abarca alrededor de 10 mil  kilómetros cuadrados distribuidos en los departamentos de Colón, Olancho y Gracias a Dios, regiones que también son utilizadas, desde hace muchos años, por narcotraficantes para el envío de cargamentos de droga, principalmente cocaína, procedente de América del Sur, hacia Estados Unidos.

La deforestación en La Mosquitia es preocupante, señalan indígenas.

Invasiones y destrucción masiva

El representante legal del Consejo Territorial Bakinasta de Wampusirpi, en el departamento de Gracias a Dios, Daniel Kiapa Prado dijo a Proceso Digital que existe una gran preocupación por el grado de deforestación que se está generando en ese sector del país.

“Las invasiones y la destrucción masiva que se está dando a nivel de las reservas solo muestra que está secuestrada y amenazada la zona”, indicó.

Señaló que han hecho inspecciones de campo en el municipio de Wampusirpi y los límites colindantes con Brus Laguna y Ahuas, lo que refleja una invasión de colonos que han ingresado a la zona para hacer actividades ilícitas, “carrileando” (abriendo caminos) en el bosque y vendiendo la zona de manera ilegal.

Grupos extraños a los consejos territoriales invaden la zona.

Agregó que los escombros y la destrucción preocupa, es una amenaza, por lo que espera que las autoridades hagan lo que corresponde.

Detalló que ciertas parcelas son acaparadas de manera personal por gente desconocida, extraña a esa tierra además de otros grupos locales a los que catalogó que “por amor al dinero se meten a estas actividades de vender la tierra de forma ilícita”.

Sostuvo que hay un título otorgado de dominio pleno para los pueblos indígenas que ancestralmente han habitado la zona, de tal forma que es un derecho superior que les está siendo irrespetado, – “pero hay malos ciudadanos que se han prestado a vender, mientras otras llegan a invadir miles de manzanas de tierra y hacen lo que se les antoja ya que nadie dice nada y el gobierno no mete presos a nadie por desforestar”, arguyó.

Usurpan nombres de consejos

Denunció que estos grupos poderosos que deforestan la Biosfera han cooptado a algunos indígenas que de manera personal se han autonombrado líderes, sin ningún sustento legal, usurpando los nombres de los consejos territoriales, “andan haciendo cosas indebidas, queriendo confundir a las autoridades, solo buscan la venta de tierras y tienen compromisos con estas personas que han venido a invadir a las que, al final, solo les sirven de mandaderos”, arguyó.

Dijo que estas personas están identificadas y que ellas no representan a los consejos territoriales, son personas que están dañando el ecosistema en su propio beneficio, reafirmó.

La carretera une los departamentos de Gracias a Dios, Olancho y Colón. 

 Seguridad

Por su parte, el presidente del Consejo Territorial Tawaska, Rutilio Ortiz dijo a Proceso Digital que ellos exigen como pueblo una comisión del gobierno para que llegue a la zona y haga un análisis sobre lo que está pasando.

Rutilio Ortiz dijo que, aunque ellos necesitan vía de comunicación, las desventajas de la construcción de las denunciadas obras están ligadas a la inseguridad, en una zona donde puede observarse el paso de camiones con árboles talados de forma constante, igualmente los accidentes y asaltos son cotidianos.

Señaló que hay una división de dos grupos en el sector de La Mosquitia, los pobladores organizados tienen miedo de que con la edificación de carreteras se facilite aún más la llegada constante de droga a la zona, e indicó que sí hay un grupo que aboga por la hechura de la obra.

En cuanto a la deforestación, confirmó la adquisición de parcelas por gente extraña en ese extremo del territorio.

“Estos grupos están provocando que se incremente la deforestación en la zona y que se corra un grave riesgo”, apuntó.

La deforestación es real se desarrolla desde hace cuatro años en tres municipios del departamento, Brus Laguna, Ahuas y Wampusirpi.

Están divididos y la deforestación es real

El alcalde de Wanpusirpi, Marcelo Herrera, explicó a Proceso Digital que la deforestación es real y que dicha actividad se desarrolla desde hace cuatro años en tres municipios del departamento, Brus Laguna, Ahuas y Wampusirpi.

Señaló que lo que está pasando es que los recién llegados han penetrado en grupos misquitos que les están vendiendo las tierras y así van haciendo una cadena entre los nativos y no nativos.

Agregó que hay un problema interno entre los mismos consejos territoriales lo que permite a los extraños en la zona, aprovechar la circunstancia para comprar tierras.

La fractura entre organizaciones abre la puerta para que los grupos extraños se apropien de las tierras ancestrales y además posibilita facilidades para las operaciones del crimen organizado, razonó un agente que trabaja en operaciones antidrogas en la zona.

El alcalde Herrera recordó que el Estado otorgó los documentos a los consejos territoriales para hacer valer su derecho a la tierra, al tiempo que lamentó que  “ahora algunos de ellos se creen los dueños y le extienden la tierra a quienes ellos quieren”.

El edil exhortó ver el tema a profundidad entre las autoridades de gobierno quienes deben sentarse a dialogar con los consejos territoriales y gobiernos locales, “estamos a tiempo todavía de controlar la situación”, manifestó.

Algunos indígenas venden las manzanas de tierra hasta por mil lempiras, denuncia edil.

Hasta por mil lempiras venden la manzana

Mientras que el alcalde de Dulce Nombre de Culmi, Emerson Sánchez, manifestó que Proceso Digital que el acceso terrestre es fundamental en cualquier parte del país, pero hay zonas que deben de protegerse como la Biosfera del Río Plátano.

Señaló que la tala es un proceso histórico que se ha realizado por décadas en la región, sin control alguno.

“¿Que está pasando en esa zona del territorio nacional?, es que los indígenas están vendiendo sus tierras hasta por mil lempiras la manzana, entonces los ganaderos y gente pudiente están comprando grandes parcelas, las están talando y todavía les queda para construir y llevar el ganado a la zona”, arguyó.

Agregó que están casi regalando la tierra, la gente de los alrededores del casco urbano están aprovechando y comprando esas tierras y esto está generando un masivo daño al bosque.

Recordó que las tierras que están vendiendo tienen todas las condiciones para motivar la migración a ese sector.

Zona de amortiguamiento la afectada

Según el edil, la zona que está siendo afectada es la de amortiguamiento y la cultural de la Biosfera. Aún no llegan a la zona núcleo, aseguró.

Indicó que si el Estado actuara realmente, la gente tendría  temor de deforestar, “pero no hay orden y la gente perdió el miedo a tal grado de deforestar los árboles que están a la orilla de la calle”, apuntó.

La Biosfera del Río Plátano es un patrimonio de la humanidad.

Consejos territoriales son los dueños del bosque

Por su parte, el director del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Mario Martínez dijo a Proceso Digital que los consejos territoriales son los dueños del bosque y son ellos los encargados de evitar una tala masiva en la zona.

Detalló que La Mosquitia en la gestión del presidente Porfirio Lobo se otorgó en concesión los bosques a las comunidades.

En La Mosquitia hay cerca de 530 mil hectáreas que son posesión y propiedad de las comunidades representadas por los consejos territoriales y son ellas las que deben de aprovechar de forma sostenible el bosque, sostuvo.

Agregó que el dueño del bosque es la comunidad, por lo que el ICF no tiene nada que ver en los mismos, más que brindar asistencia técnica.

Sin ambages, el funcionario eludió la responsabilidad del ente encargado de conservar los bosques en el país, al reiterar que los dueños de los bosques son los consejos territoriales por lo que los responsables de la deforestación son ellos mismos.

“En este sector hay varios grupos que se encuentran enfrentados entre sí, lo que busca un grupo es que la carretera sea interconectada con Puerto Lempira, el otro grupo se opone porque defiende más la zona y los bosques”, indicó.

Detalló que en febrero se apersonó una comisión presuntamente representando a los pueblos indígenas de la zona donde llegaron a informarnos sobre la construcción de la carretera y no a pedir permiso para la construcción de esta.

“La carretera que ellos tienen en mente construir es incongruente a la gestión que tenemos con las áreas protegidas, estos pueblos señalaron que la misma va, quienes están atrás de ellos, solo ellos sabrán”, señaló.

El funcionario dijo que tiene abierta las puertas a la Fiscalía para que vengan, investiguen y verifiquen el accionar institucional.

La Fiscalía de Etnias y Patrimonio Cultural y la de Medio Ambiente, investigan las denuncias hechas por los indígenas.

Fiscalía investiga denuncias  

El portavoz de la Fiscalía de Etnias y Patrimonio Cultural, Carlos Morazán detalló a Proceso Digital que fiscales asignados a dicha fiscalía y la de Ambiente se han desplazado a la zona para verificar las denuncias interpuestas por pueblos indígenas.

Indicó que existe una denuncia sobre la construcción de una carretera que va desde Wampusirpi hasta Dulce Nombre de Culmi y también hay otra denuncia sobre la deforestación que se registra en la zona ante la Fiscalía Especial del Medio Ambiente.

En ese sentido, equipos de ambas fiscalías se han trasladado a la zona para iniciar con la investigación, recabar indicios en labores de campo y si hay funcionarios involucrados en aprobar trámites para la destrucción del bosque y la construcción de la carretera.

 Agregó que una vez terminada la investigación serán ellos los encargados de establecer los requerimientos fiscales si exigen indicios de violación de los derechos.