El presidente de EEUU Joe Biden. EFE/EPA/Doug Mills / POOL/Archivo

Washington – Congresistas demócratas presentarán formalmente este jueves el proyecto de ley con el que el presidente estadounidense, Joe Biden, busca cumplir su promesa de campaña de promover una ambiciosa reforma migratoria que garantice una vía a la ciudadanía para 11 millones de indocumentados.

El senador Bob Menéndez, el latino de más alto rango en el Legislativo estadounidense, y la representante Linda Sánchez serán los encargados de hacer la entrega de la Ley de Ciudadanía Estadounidense de 2021, que se ha convertido en la propuesta bandera del Gobierno de Biden.

La iniciativa cuenta además con el respaldo de los congresistas Zoe Lofgren, Lucille Roybal-Allard, Nydia Velázquez, Judy Chu, Raúl Ruiz, Yvette Clarke y Yvette Clarke, así como de los senadores Amy Klobuchar, Alex Padilla y Ben Ray Luján.

Funcionarios de la Administración de Biden dijeron en una llamada con periodistas que este proyecto es una oportunidad para “reiniciar las conversaciones sobre la reforma migratoria después de los últimos cuatro años», en alusión a la Administración de Donald Trump, quien promovió el lema de «Estados Unidos primero» y fue un abierto crítico de la inmigración.

El proyecto, que es bicameral, prevé que los indocumentados puedan solicitar un estatus legal temporal, con la opción de que puedan pedir tarjetas de residencia (comúnmente llamadas «Green Card») después de cinco años si pasan verificaciones de antecedentes penales y de seguridad nacional y pagan sus impuestos.

Los «soñadores», como se conoce a los inmigrantes llegados al país siendo niños, así como los amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS) -en su mayoría centroamericanos- y los trabajadores agrícolas inmigrantes podrán aspirar a una residencia legal de «inmediato» y tres años más tarde a la ciudadanía.

Será un requisito fundamental «haber estado en el país antes del 1 de enero de 2021».

El proyecto de ley deroga además la prohibición de reingreso durante 3 y 10 años a quienes hayan permanecido de forma irregular en el país y recoge un reclamo de vieja data de distintas organizaciones y activistas, al cambiar el término «extranjero» por «no ciudadano».

El documento busca promover la reunificación de familias, en especial de los grupos familiares LGBTQ+, y permitir que las personas con peticiones aprobadas de patrocinio puedan reunirse con sus seres queridos en EE. UU. de forma temporal mientras esperan por los permisos de residencia.

Los funcionarios del Gobierno de Biden destacaron que la iniciativa busca igualmente abordar las causas de la inmigración con «medidas enérgicas» para perseguir el narcotráfico y la ampliación de los grupos de trabajo trasnacionales contra las pandillas, y no se centrará únicamente en un muro en la frontera.

Para ser aprobada, la ley propuesta por Biden deberá conseguir la totalidad de los votos demócratas en el Senado, 50, y asegurar diez republicanos. De lo contrario, estará condenada a fracasar como ha sucedido con los intentos de regularización en los años anteriores.