Atlanta (GA) – Dawn Wooten, una enfermera que trabajó en una prisión para indocumentados en el sur de Georgia, denunció este martes una serie de «peligrosas prácticas» que ocurren en esa instalación, entre ellas y tal como figura en un queja legal, la extirpación del útero de varias mujeres.
En una conferencia de prensa frente a las oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Atlanta, Wooten denunció la situación de «inhumanidad» que viven los cientos de indocumentados en el Centro de Detención del Condado de Irwin (ICDC), en la localidad de Ocilla.
«He visto las condiciones dentro de las instalaciones y decidí denunciar la situación luego de la pandemia del COVID-19», declaró Wooten, cuyo testimonio fue la base de una queja que presentaron el lunes varias organizaciones defensoras de los inmigrantes ante la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La enfermera sostiene en el escrito que, entre otras muchas prácticas irregulares en Irwin, le preocupaba el «alto número» de indocumentadas sometidas a histerectomías, una cirugía para extirpar el útero, y dijo que muchas de ellas ni siquiera entendían el motivo de la operación.
«No puede ser que los úteros de todo el mundo estén mal», se preguntó Wooten, según figura en la queja presentada por las organizaciones Project South, Government Accountability Project, Georgia Detention Watch, la Alianza Latina pro Derechos Humanos de Georgia (GLAHR) y el South Georgia Immigration Support Network.
De acuerdo con la Clínica Mayo, después de una histerectomía, las mujeres ya no tendrán períodos menstruales ni podrán quedar embarazadas.
En la rueda de prensa de hoy, Wooten aseguró que comenzó a hacer preguntas sobre las prácticas que se estaban llevando a cabo en el centro de detención, operado por la empresa privada LaSalle Corrections, y que por esa razón fue relegada.
PIDEN INVESTIGACIÓN
Las denuncias de la enfermera han generado indignación entre las organizaciones defensoras de los derechos humanos y de los inmigrantes, e incluso altas figuras del Partido Demócrata demandan una investigación.
«Cuánto más como sociedad vamos a tolerar estas injusticias. Ningún ser humano merece recibir este trato y tolerar estas condiciones, ninguna mujer debería ser sometida a una cirugía sin saber los riegos y consecuencias, y sin su consentimiento», declaró Kimberly Bollo-Aponte, de GLAHR, en la rueda de prensa.
Estas «horribles acusaciones de histerectomías forzadas en un centro de detención de ICE en Georgia deben ser investigadas rápida y exhaustivamente. Esto no puede tratarse como un ultraje más. Este es el tipo de demonización y abuso que debe ser denunciado, repudiado y castigado», denunció por su parte la organización America’s Voice.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, pidió también que se investigue inmediatamente «las espantosas condiciones descritas en la denuncia, incluidas las acusaciones de histerectomías masivas que se realizan a mujeres inmigrantes vulnerables», las cuales, de confirmarse, constituyen «un abuso asombroso de los Derechos Humanos».
De acuerdo con la denuncia de las organizaciones, que consta de 27 páginas, algunas de la indocumentadas dijeron que se sentían como si fueran parte de «un experimento de un campo de concentración».
«Era como si estuvieran experimentando con nuestros cuerpos», relató una de las presas, según la organización Project South.
NO PRUEBAS DE COVID-19
En el documento, Wooten urge al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) a abordar el «peligro» en el que se encuentran los trabajadores e indocumentados en ese centro, donde se les ha «negado o retrasado deliberadamente la atención médica a los detenidos antes y durante la pandemia del coronavirus».
La enfermera sostuvo que en Irwin se niegan a realizar pruebas de detección de COVID-19 a los inmigrantes que presentan síntomas, así como también a suministrarles medicinas, además de no aislar a los enfermos.
Efe intentó obtener una reacción de ICE sobre las denuncias, pero hasta la tarde del martes no hubo respuesta.
De acuerdo con la agencia federal, en la prisión de Irwin hay confirmados 42 casos de COVID-19 entre los detenidos.