Washington – El gobierno del presidente Donald Trump ha recurrido a la imposición de «multas enormes» a los indocumentados y las usa como represalia contra dirigentes del movimiento de ciudades y estados considerados «santuario» para estos inmigrantes, denunciaron este jueves abogados y activistas.
«Nueve personas que han buscado ‘santuario’ en iglesias en diferentes partes de Estados Unidos y que no pueden salir de sus templos por temor a la deportación han recibido cada una multas de hasta 500.000 dólares impuestas por la agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), informaron los grupos en un comunicado.
Estas multas, que en conjunto sobrepasan los tres millones de dólares, «funcionan para intimidar a los inmigrantes en santuarios en todo el país y los sitios de oración que les ofrecen ‘santuario'», indicaron los grupos.
Los grupos defensores de los inmigrantes obtuvieron documentos de ICE mediante demandas legales iniciadas en febrero después que esa agencia, el Departamento del Tesoro y la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR) no respondieron a una solicitud bajo la Ley de Libertad de Información presentada en septiembre de 2019.
«Estos documentos muestran cómo ICE apuntó sus miras a dirigentes del movimiento santuario que han hablado abiertamente acerca de sus casos, como forma de intimidar a los inmigrantes en todo el país», sostuvo Katie Matejcak, de la Clínica Legal de Derechos del Inmigrante en la Universidad de Nueva York.
Según Elena Hodges, de la misma clínica de asistencia legal, «el mensaje de ICE a los activistas por los derechos de los inmigrantes es claro: ‘manténgase callados o veremos cómo acallarlos'».
Cientos de ciudades, condados y estados de todo Estados Unidos han adoptado alguna forma de «santuario» que consiste, básicamente, en evitar la colaboración de la policía y otras agencias locales con las autoridades federales de inmigración.
«El ‘santuario’ es un acto de desobediencia civil no violenta que tiene el propósito de redefinir nuestra relación con el prójimo en la comunidad», dijo Peggy Morton, presidente de la Red Santuario en Austin (Texas).
«Como gente de fe y no creyentes hemos persistido e nuestros valores al dar amparo a los dirigentes del santuario», agregó.
David Bennion, un portavoz del Proyecto de Migración Libre, sostuvo que «el intento de represalia de ICE emitiendo multas de cientos de miles de dólares contra dirigentes de la comunidad inmigrante que viven en santuarios en iglesias, violó sus derechos de libertad de expresión y libertad religiosa».
«Lo que queda por ver es si un eventual gobierno (del demócrata Joe) Biden permitirá que ICE continúe esta campaña para silenciar y castigar a quienes han criticado las políticas del gobierno de (el presidente Donald) Trump», agregó Bennion.
Trump y estas jurisdicciones que se niegan a colaborar en los programas voluntarios de sus políticas migratorias mantienen desde hace cuatro años una dura batalla que ha llegado a los tribunales, que de manera mayoritaria se han puesto del lado de los «santuarios».