Washington – Cuando falta un mes para el cierre del año fiscal en el país, la cifra de detenciones en la frontera con México siguió cayendo y se redujo un 29,5 % en agosto pasado con respecto a julio, informó hoy la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
En total, las autoridades fronterizas detuvieron a 50.693 personas frente a las 71.982 de julio, señaló la CBP, que reveló que otros 13.313 inmigrantes que se presentaron en los puertos de entrada de la frontera sur no fueron admitidos.
De esa forma, en agosto se contabilizaron en total 64.006 acciones en el linde con México, lo que supone un retroceso de 22 % frente a julio, cuando se registraron 82.055.
«Además, el número representa una disminución del 56 % desde el pico de mayo», señaló en una rueda de prensa el comisionado en funciones de la CBP, Mark Morgan, quien apuntó que en ese mes se contabilizó la «impactante» cifra de 144.255 detenciones, estadística que superó ampliamente los registros de ese mismo mes de los últimos cinco años.
La CBP detalló que del total de detenciones, 25.057 conformaban una familia (que las autoridades definen como individuos acompañados de un menor, un progenitor o un tutor legal), una caída considerable frente a los 42.546 arrestos de julio pasado.
Por su parte, la detenciones de adultos solos sumaron 21.907 en agosto, con una leve disminución respecto de las 23.873 de julio, en tanto que fueron arrestados 3.729 menores no acompañados el mes pasado, casi la mitad de los 5.563 detenidos en el mes anterior.
En lo que va del año fiscal (octubre 2018 – septiembre 2019), se cuentan 811.016 detenciones, mientras que 115.753 personas fueron consideradas no admisibles.
Este último grupo abarca a personas que intentaron su admisión legal al país pero no se les aceptó, a quienes se presentaron buscando protección humanitaria y los que retiraron su solicitud de ingreso y regresaron a sus lugares de origen, detalló la CBP.
Durante una conferencia de prensa, Morgan indicó este lunes que México, país con el que Estados Unidos firmó un acuerdo migratorio en junio pasado, debe «hacer más» para contener el flujo de indocumentados por su territorio y exigió, en concreto, expandir el alcance de un programa por el que los indocumentados que piden asilo en EE.UU. deben esperar en México a que se tramite su solicitud.
«Necesitamos que México haga más. Necesitamos asegurarnos de que están manteniendo sus esfuerzos», puntualizó Morgan.
La advertencia llegó un día antes de que el vicepresidente, Mike Pence, reciba en la Casa Blanca a una delegación liderada por el canciller de México, Marcelo Ebrard, para repasar los avances en el acuerdo migratorio bilateral alcanzado en junio, y que evitó la imposición de aranceles estadounidenses al país vecino.
Sin embargo, y a pesar de los «pasos significativos y sin precedentes de México» para reducir esa cifra, Morgan opinó que «tienen que hacer más».
El acuerdo migratorio alcanzado el pasado 7 de junio por ambos países se ha traducido en el despliegue de miles efectivos de la nueva Guardia Nacional en las fronteras sur y norte de México para controlar el flujo migratorio.
De igual forma, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador aceptó acoger en su país a aquellos migrantes que esperan resolver su solicitud de asilo en Estados Unidos como parte de la política estadounidense de PPM, más conocida como «Permanezcan en México» y cuyo proceso puede durar años.
Esa iniciativa comenzó a aplicarse a comienzos de este año en tres puntos de entrada en la frontera común y, en junio, México accedió a expandir la implementación del programa a lo largo de toda la zona limítrofe.
No obstante, Morgan se mostró hoy «escéptico» sobre las perspectivas de cooperación con México a largo plazo, y «preocupado» por la posibilidad de que el país vecino y los de Centroamérica «no puedan sostener el nivel de compromiso que tienen ahora».