Tegucigalpa – Las fuerzas de seguridad de Honduras retuvieron este martes en un sector del oriente del país a 13 ecuatorianos que eran transportados en una camioneta por un presunto coyote o traficante de personas hondureño, quien supuestamente atentó contra agentes al momento de la detención.

Los migrantes fueron retenidos durante un operativo en el municipio de Danlí, departamento de El Paraíso, fronterizo con Nicaragua, indicó la Policía hondureña en un comunicado.

«Estas actividades operativas se efectúan en los diferentes puntos fronterizos del territorio hondureño, con el propósito de combatir y contrarrestar la trata de personas en sus diferentes modalidades y delitos conexos», señaló.

En la operación participaron agentes de la Dirección Nacional de Servicios Policiales Fronterizos y el Grupo de Operaciones Tácticas.

Al hondureño capturado, de 23 años y cuya identidad no fue revelada, se le supone «responsable de la comisión del delito tipificado con tráfico de personas», indicó la información oficial.

También se le investiga por el delito de atentado, ya que al ser requerido por las autoridades supuestamente «atentó contra la humanidad de los agentes utilizando el vehículo en el cual transportaba los ciudadanos extranjeros», explicó la Policía hondureña.

El hondureño será puesto a disposición de las autoridades del Ministerio Público para que se continúe con el proceso legal en su contra por tráfico de personas y atentado, agregó.

Los ecuatorianos fueron conducidos a una oficina del Instituto Nacional de Migración (INM), donde las autoridades coordinarán el retorno a su país o les autorizará que paguen una multa administrativa, por unos 200 dólares, por haber ingresado de manera irregular a Honduras, para que continúen su viaje hacia Estados Unidos.

La nación centroamericana se ha convertido en las últimas décadas en un punto de tránsito de migrantes, especialmente de cubanos y africanos, que atraviesan los países de Centroamérica para intentar llegar a EE.UU.

De acuerdo a cifras oficiales, entre enero y mayo de este año alrededor de 38.000 migrantes han sido detenidos en Honduras por ingresar de manera ilegal, algunos de ellos con la idea de llegar a Estados Unidos.

La mayoría de los extranjeros en movilidad son atendidos en los cuatros Centros de Atención al Migrante Irregular (CAMI) que el Gobierno hondureño ha habilitado en diferentes puntos del país, así como en centros de la Iglesia católica y organizaciones de sociedad civil.