Tegucigalpa – El representante residente del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Honduras, Jaume Puig-Forne, asegura que el nivel de deuda del país centroamericano es sostenible y además pagable.

Puig-Forne, considera que Honduras entró en una crisis por la llegada del COVID-19 desde marzo del 2020, ya que se tenía un nivel de deuda relativamente bajo, equivalente al 45% del tamaño de la economía, índice aplicable para países con bajos ingresos.  

El experto financiero señaló que el nivel de deuda pública aumentó en los últimos dos años con déficit fiscales mayores como causales de respuesta a la pandemia y la crisis ocasionada por la llegada de los fenómenos naturales Eta y Iota, además de la contracción del tamaño de la economía.

Según Puig-Forne, esa situación generada por los sucesos antes expuestos, requiere el acomodo de estrategias y orientación, ya que las herramientas de medición expresan que los indicadores no son tan alentadores pero tampoco tan fatídicos para Honduras.

Respecto a las evaluaciones explicó que hace el FMI, son tabulaciones basadas en herramientas estándar sobre el nivel de la deuda “la herramienta ha ido indicando que el nivel actual de la deuda, es sostenible y que hay una capacidad de repago adecuada, tanto doméstica como externa”, subrayó.

Finalmente dijo que las dos terceras partes de la deuda oficial con organismo multilaterales, están sujetas a cambios concesionales que resultan en una tasa de interés media inferior al 3 % y un plazo promedio de repago mayor a los 10 años. “Son condiciones bastante favorables”, concluyó.