Varsovia/Bruselas – Las presuntas devoluciones en caliente en el Mediterráneo desembocaron hoy en la renuncia del director ejecutivo de Frontex, Fabrice Leggeri, un año y medio después de que saltaran las primeras sospechas de expulsiones ilegales de migrantes en el Egeo.

El consejo directivo de la Agencia Europa de la Guardia de Fronteras y Costas, Frontex, cerró su reunión de este viernes con un comunicado en que informaba de que no se abrirán investigaciones contra Leggeri, pero formalizando con efectos inmediatos a su dimisión.

Horas antes de difundirse ese comunicado, saltaba a los medios la carta de renuncia enviada este viernes por el propio Leggeri al Consejo de Administración de Frontex.

Alegaba que su mandato al frente de la agencia había sido «silenciosa, pero efectivamente modificado»; agradecía la «inestimable experiencia» adquirida al frente de Frontex, el trabajo de sus colegas y solicitaba usar el resto de sus vacaciones anuales, un total de 61 días.

Leggeri no aportaba en su carta explicación alguna sobre el cambio que, a su juicio, ha sufrido el mandato de actuación de Frontex, motivo alegado para su dimisión.

Desde la Comisión Europea, la portavoz de asuntos de Interior, Anitta Hipper, aseguró que el mandato de Frontex «no ha sido revisado» y que éste sigue siendo ayudar a los Estados miembros a proteger las fronteras externas comunes de la UE y defender al hacerlo los derechos fundamentales.

La renuncia se produce cuando se esperaba la próxima publicación por parte de la oficina europea de lucha contra el fraude (OLAF) del informe final sobre su investigación de denuncias de la presunta implicación de la Frontex en devoluciones ilegales de migrantes en la frontera marítima entre Turquía y Grecia.

En una pregunta parlamentaria remitida en marzo a la Comisión Europea, el diputado de los Verdes Erik Marquardt avanzaba que, en el resumen de ese informe que se había proporcionado a los eurodiputados, la OLAF reveló que la cúpula de Frontex estaba al tanto de las violaciones de derechos humanos y «evitó reportarlas de manera deliberada».

El informe de la OLAF sigue a las múltiples denuncias sobre la presunta implicación, por omisión o encubrimiento, de Frontex en las devoluciones ilegales por parte de la guarda costera de Grecia de migrantes y solicitantes de asilo en la frontera marítima entre Turquía y Grecia.

Frontex, cuya sede está en Varsovia, ha decidido no abrir diligencias contra Leggeri. Pero sí destacó en su comunicado que emprenderá los pasos «previstos por la ley» sobre otros dos empleados de Frontex a los que se hace referencia al informe de la OLAF.

De forma interina asumirá el cargo de Leggeri la vicedirectora ejecutiva Aija Kalnaja. El consejo directivo espera nombrar a un reemplazo permanente a más tardar en la reunión que se celebrará el próximo mes de junio.

AÑO Y MEDIO DE DENUNCIAS Y ESCÁNDALO PERSISTENTE

La renuncia de Leggeri se produce un año y medio después de que el semanario «Der Spiegel» y el grupo de investigación Lighthouse Reports sacaran a la luz las primeras sospechas sobre las prácticas del «pushback» o devoluciones en caliente en el Mediterráneo.

De acuerdo a ese semanario, se habían detectado al menos siete casos de dichas expulsiones ilegales, en las que estarían implicados buques y personal de estados miembros. La sospecha saltó sobre la gestión de Leggeri.

Al director ejecutivo de Frontex se le apremió reiteradamente, inclusive desde la Comisión de Libertades Cívicas de la Eurocámara, a esclarecer esos casos e investigar unas prácticas.

Leggeri rechazó repetidamente todas esas acusaciones. Pero el escándalo siguió creciendo, entre revelaciones de «Spiegel» y otros medios, que apuntaban a devoluciones en caliente de centenares de migrantes en aguas del Egeo.

BRUSELAS SE EXPLICA

El portavoz de la CE Eric Mamer declaró este viernes que es «completamente normal» que una organización que «ha crecido rápidamente entre estos desafíos crecientes que la UE ha enfrentado» no necesariamente actuara siempre de la forma que hubiéramos esperado de una institución.»

«Todas las instituciones deben mejorar todo el tiempo y en eso nos concentramos», afirmó desde Bruselas, tras destacar que «Frontex actúa en el área probablemente más delicada de la política de la UE, un área llena de retos humanos, políticos y organizativos como muy pocas organizaciones tienen que afrontar».

La eurodiputada de Izquierda Unida, Sira Rego, que estuvo en la comisión de investigación de la Eurocámara sobre Frontex, recordó por su parte que desde diciembre de 2021 se lleva exigiendo la dimisión de Leggeri.

Su renuncia ahora «es una gran noticia», declaró, para añadir que es preciso esclarecer de forma inmediata todos los motivos tras esta decisión y exigir la publicación del informe de la OLAF.