Washington- Algunas personas creen que sólo los ciudadanos estadounidenses han de ser contados en el Censo 2020 y muchos nuevos migrantes ni siquiera están al tanto de que habrá este proceso, pero «todos deben ser contados», afirmó Gabriel Salguero, presidente de la Coalición Nacional de Latinos Evangélicos.

Salguero participó en un foro con dirigentes religiosos organizado por la Oficina del Censo en la Catedral Nacional de Washington, mientras se intensifican los esfuerzos para educar a la población sobre el censo que se realiza este año en cumplimiento de un mandato constitucional.

Los participantes recordaron que los resultados del censo determinan la distribución entre los estados de sus miembros en la Cámara de Representantes del Congreso federal y en el Colegio Electoral, y las asignaciones de cientos de millones de dólares para programas de educación, cuidado de la salud, vivienda, alimentación e infraestructura.

«Parte del desafío entre los latinos es el disipar mitos que causan temor», dijo Salguero. «El censo es seguro, es importante y es confidencial y mediante la repetición de eso se ayuda a que las comunidades participen».

Esa participación, dijo Judith Ann Karam, de las Hermanas Agustinas de la Caridad, se fundamenta «en la noción común a todas las religiones de que cada persona merece la máxima dignidad y respeto».

La organización de Karam «ha hecho y sigue haciendo un esfuerzo tremendo y ha usado todos los recursos disponibles para educar a nuestras comunidades, a los estudiantes en las universidades, acerca de la participación en este censo», según dijo la religiosa.

Reginal Jackson, obispo de la Iglesia Metodista Africana de Georgia, dijo que «cada iglesia local tiene la responsabilidad de ver que cada miembro sea contado, cada familia, y no sólo quienes son miembros de la iglesia sino también sus vecinos».

En el pasado, señaló Jackson, los dirigentes eclesiásticos no daban al censo la importancia que tiene «y eso por mucho tiempo dejó sin contar a los más jóvenes».

«En los censos de 1990 y 2000 se hizo un gran esfuerzo para asegurarse que todas las personas fuesen contadas, y ahora el liderazgo de la iglesia está haciendo un esfuerzo similar para contar a todos, especialmente a los más jóvenes», añadió. «Cualquiera que respire, hay que contarlo».

Hurunnessa Fariad, de la Sociedad Musulmana del Área Dulles, enfatizó que los niños en cada hogar deben ser contados «aún si tienen solo un año de edad», ya que ello determinará la asignación de recursos federales por una década.

«Si miramos hacia atrás en la historia, vemos que en Islam se hacia un empadronamiento de población para determinar el uso del tesoro del Estado», añadió. «De esa manera se hacían las asignaciones dependiendo de cuánta gente vivía en un área».

«Nada hay de novedoso para la comunidad islámica en esto del censo», agregó. «Cuando uno lo presenta en un contexto islámico, la gente entiende».

Una referencia histórica similar hizo Menachem Creditor, rabino de la Federación de Judíos Latinos, quien apuntó que la tradición judía comparte con otras religiones «la noción de dignidad personal, del valor de cada persona ante los ojos de nuestro prójimo».

«Tú debes contar tanto como cuento yo dado que tú has sido creado a imagen de Dios tanto como yo», agregó.

«En estos tiempos del país es importante reafirmar a nuestras comunidades que la información del censo se mantiene confidencial», dijo Creditor. «Es importante que todos entiendan que tenemos la buena intención de proteger nuestra democracia», recalcó.