Miami, EEUU – Óscar Romero, es un hondureño que trabajada conduciendo UBER en Miami, Estados Unidos desde hace seis años. Tuvo que emigrar de Honduras porque necesitaba trabajar, una condición que le negó su país luego de ser jubilado.

– El exvendedor de seguros ahora conduce un vehículo y presta sus servicios UBER en Miami, desde donde añora la posibilidad de volver definitivamente al país.

Ser conductor de UBER permite trabajar am mujeres, jóvenes, recién graduados, latinos, inmigrantes, adultos mayores e incluso ciudadanos norteamericanos que ven en este empleo la posibilidad de complementar sus ingresos.

El hondureño sexagenario relató a Departamento 19 -sitio especializado en temas migratorios de Proceso Digital- que desde 2018 llegó a EE. UU. y que emigró de su natal El Progreso, Yoro en Honduras, porque había alcanzado una edad en que las empresas prefieren contar contratar a jovencitos y dejar de lado el bagaje de los expertos.

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El hondureño contó retazos de su vida.Abordamos a Romero a hacer una solicitud para usar un UBER. Ahí nos encontramos al hondureño quien pese a estar desde hace 12 años en EEUU no pierde su acento y amor por el país.

“Trabajé por muchos años vendiendo seguros (de vida y de bienes) en Honduras, estuve un tiempo radicando en Tegucigalpa y también en San Pedro Sula. Con ese empleo gracias a Dios pude sacar adelante a mis hijos y adquirir el patrimonio de la familia”, contó.

El migrante catracho dijo que logró conseguir papeles en EEUU gracias a la solicitud de una hermana que lo pidió, pero que la aprobación de las leyes norteamericanas llegó hasta 2008, cuando aceptó viajar junto a su esposa para la potencia del norte.

“Mi hermana mayor me pidió a mí y a mi esposa desde los 90, sin embargo, el fallo de la justicia llegó hasta 2008, y creo que llegó en buen momento porque las puertas en el país se nos estaban cerrando. No lo pensamos y nos venimos, les dejamos nuestras cositas a nuestros hijos para que ellos siguieran su lucha en el país”, describió amenamente.

Su hijo mayor ahora tiene 48 años, también tiene otro de 43 y uno de 39. Dos de sus tres retoños viven en Honduras, “el otro logró venirse para Estados Unidos y aquí trabaja para sacar adelante a su familia”, narró.

Romero afirmó que por la edad no tiene la opción de tener muchas posibilidades de empleo, sin embargo, hace unos años decidió unirse al staff de conductores de UBER y aunque no es la mejor opción para agenciarse dinero -añade- que le ayuda para pagar la renta de su casa y los demás gastos junto a su esposa quien también lo acompaña en Miami.

UBER es un servicio de transporte que basa sus costos en la duración del viaje y la distancia recorrida. Suele ser más económica que la tarifa que cobran los taxis de cualquier ciudad y se pide mediante una aplicación (desde el móvil) que carga el cobro mediante una tarjeta de crédito o débito.

La esposa de Óscar es su principal soporte y ella se dedica a vender comida hondureña en la ciudad del sol. “Con ella, a pesar de nuestras edades, hemos sabido sortear los inconvenientes de la vida. Gracias a Dios, ella cocina rico y vende comida, y yo pues me dedico en buena parte del día a hacer UBER (taxi), así juntos seguimos hacia adelante con la esperanza de volver a nuestro país para morir en la tierrita”, agregó.

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Don Óscar se mostró con esperanza de volver a su terruño.Óscar Romero lamenta que la situación en Honduras se haya vuelto complicada en temas de seguridad y empleos, pero no esconde que su deseo es regresar para vivir sus últimos años junto a familiares y amigos.

“La idea es regresar y ver a nuestros nietos crecer”, externó.

Don Óscar y su esposa tienen la posibilidad de viajar a Honduras cada varios años, igualmente reciben la visita de sus hijos y otros familiares; aunque el entrevistado deja claro que su mayor deseo es retornar definitivamente para disfrutar su país.

Reflexionó que “aunque se digan muchas cosas de mi país, sabemos que la situación es difícil en todos lados. Ojalá, de una vez por todas se solucione el tema político y la seguridad, para que podamos todos los que algún día decidimos dejar el país, volver y estar con nuestros seres queridos”.

Los hijos y familia cercana a don Óscar viven en la salida de San Pedro Sula a Puerto Cortés, y otra también residen en El Progreso.

Muchos hondureños en UBER

El catracho contó que, aunque UBER no es el trabajo más rentable, al menos permite tener una fuente decente de ingresos.

Dijo que por ahora la mayor parte de los conductores de UBER son cubanos y venezolanos, pero un buen número de hondureños también ofrecen sus destrezas desde esta novedosa plataforma de servicios de transporte.

Se estima que 32 mil choferes prestan sus servicios de UBER en La Florida, entre ellos médicos, arquitectos, diseñadores, economistas y abogados desempleados.

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Las calles de Miami son su diario vivir.Romero compartió que muchos connacionales se dedican especialmente a labores de construcción y otras faenas pesadas, un empleo que lo pueden desempeñar personas jóvenes y con todas sus capacidades corporales.

“Me gusta que el pago es diario. Te lo acreditan a una cuenta y te pagan un porcentaje de la carrera (50 y 60 %), nosotros no sabemos cuánto cobra la empresa y prácticamente nos pagan por millas. Aunque no es la gran cosa, es una maravillosa oportunidad para los que no podemos optar a otros trabajos”, insistió.

El 74 % de los choferes del servicio de taxis privados Uber en Estados Unidos tiene ingresos menores al salario mínimo de sus respectivos estados, de acuerdo con un estudio elaborado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). 

Sin embargo, según estadísticas publicadas por la compañía este 2019, un chofer de UBER en EEUU gana en promedio US$19.04 por hora (ya descontada la comisión de UBER).

Indicó que las personas adultas -como es su caso- es más complicado por el manejo del teléfono móvil para coger las carreras. “Lógicamente no todos los que andamos aquí somos milenials -ciudadanos más recientes-, entonces ellos tienen mayores destrezas al momento de manejar la aplicación por la que se piden los servicios de transporte. Pero, debo decir que poco a poco nos hemos ido familiarizando con estos dispositivos”.

Trabajar para UBER es una faena como cualquiera otra. Es fácil de lograr para desempleados, inmigrantes – irregulares o no, porque las plataformas no inquieren sobre la situación migratoria- y estudiantes en busca de un primer empleo a punto de graduarse.

Don Óscar Romero conoce las bondades y detrimentos de UBER. Se despide amablemente y nos vuelve a recordar que “ojalá nuestro país ofrezca mejores condiciones para que nadie abandone la tierrita”. Se coloca de nuevo al volante, a la espera de otra notificación que le indique que otra carrera está a su disposición para llevar un poco más de dinero al hogar, pero su sueño del retorno a estas Honduras se mantiene vivo…